spanish.china.org.cn | 21. 03. 2021 | Editor:Eva Yu | Texto |
Por Jorge Fernández
Las nuevas generaciones deben tener presente el importante papel que tienen en mantener, fortalecer y legar el espíritu de unión y solidaridad.
Este año marca la cuarta ocasión en la que el presidente de China, Xi Jinping, participa en las deliberaciones de la delegación de la Región Autónoma de Mongolia Interior, que tienen lugar en el marco de la actual legislatura. Los intercambios evidencian la atención que el dirigente concede al desarrollo de regiones en las que habitan grupos étnicos y al importante papel que desempeñan en la cohesión, solidaridad y unión de la nación china. La intervención del presidente Xi Jinping enfatiza una serie de aspectos clave para la conducción del desarrollo de esta región septentrional a lo largo del XIV Plan Quinquenal, en especial, el fortalecimiento de la identidad cultural y el sentido de comunidad en el marco del Estado. El sueño chino podrá materializarse solo cuando todos los grupos étnicos trabajen y prosperen conjuntamente.
China iniciará tras la conclusión de las Dos Sesiones, que hoy tienen lugar en China, el recorrido de una nueva etapa en la construcción socialista. Es un momento crucial dados los planes establecidos a corto, mediano y largo plazo, entre ellos el XIV Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social y los Objetivos a Largo Plazo para el 2035. La consecución cabal de estos objetivos permitirá mantener y mejorar las condiciones que han hecho realidad la victoria del pueblo chino contra la pobreza. La Región Autónoma de Mongolia Interior, hogar de un grupo étnico con una historia legendaria universal y con una riqueza histórica de patrimonio mundial, comparte junto con otras provincias y regiones la responsabilidad de trabajar codo a codo para edificar un país socialista moderno.
Entre los temas abordados por el mandatario chino durante sus intercambios con representantes de la Región Autónoma de Mongolia Interior está el del combate a la pobreza. El desempeño de la región en la batalla de asalto de plazas fuertes sentó un precedente por su precisión y prontitud. Este desempeño ejemplar, dadas las condiciones geográficas y la demografía regional, merece una celebración, aunque no por ello debe entonarse con arrogancia el canto de la victoria. Las tareas no terminan y los planes deben reforzarse ahora para reducir la brecha entre ricos y pobres y para elevar a nuevos niveles la vida de la población rural. La victoria contra la pobreza se logró con la participación dedicada de esta región y de todas las provincias y regiones y, por ello mismo, es responsabilidad de todos y cada uno mantener las condiciones de bienestar y mejorarlas.