spanish.china.org.cn | 18. 01. 2021 | Editor:Teresa Zheng Texto

Vacunas chinas contra la COVID-19 ganan cada vez más reconocimiento internacional

Palabras clave: vacuna, COVID-19, reconocimiento internacional

Al menos 20 naciones han hecho pedidos desafiando la máquina propagandística de los medios occidentales

Un video del presidente serbio Aleksandar Vucic dando la bienvenida a las vacunas contra la COVID-19 a su llegada al país en medio del viento frío se volvió viral en las plataformas de redes sociales chinas durante el fin de semana, conmoviendo a millones de internautas chinos que aplaudieron el fuerte respaldo de Vucic a las vacunas chinas, que es de gran importancia en medio de feroces difamaciones de algunos medios de comunicación occidentales.

"Fui al aeropuerto no solo para recibir las vacunas de alta calidad, sino para demostrar la amistad entre China y Serbia", comentó Vucic el sábado según un video publicado por el People's Daily en Sina Weibo, la red social similar a Twitter en China.

Vucic hizo las declaraciones en el Aeropuerto Internacional Nikola Tesla cuando recibió el primer lote de un millón de dosis de vacunas contra la COVID-19, producidas por la compañía farmacéutica china Sinopharm, junto con funcionarios locales, y el embajador chino en Serbia, Chen Bo, en Belgrado, la capital de Serbia, el sábado, según el People's Daily.

También se anunció que este lote era la primera llegada a gran escala de los ocho millones de vacunas que Serbia compró a tres productores diferentes.

Serbia también ha comprado la vacuna Sputnik V contra la COVID-19 de Rusia, así como una vacuna desarrollada conjuntamente por la estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech. El país planea vacunar al 80 por ciento de su población de siete millones.

En una aparente muestra de confianza en las vacunas chinas, el presidente serbio adelantó que se vacunaría con la vacuna Sinopharm.

Vucic no es el único presidente o alto funcionario extranjero que confía en las vacunas de China. El presidente turco, Tayyip Erdogan, recibió su primera dosis de CoronaVac, producida por Sinovac de China, el jueves, el día en que Turquía inició las inoculaciones masivas con CoronaVac después de que las autoridades aprobaron el uso de emergencia de la vacuna china.

Al menos 20 países han comprado vacunas contra la COVID-19 desarrolladas por fabricantes chinos, incluidos Sinovac, Sinopharm y Cansino y dichos países anunciaron más planes para comprar vacunas chinas a pesar del intenso escrutinio de algunos medios occidentales sobre su eficacia y seguridad.

China ha prometido proporcionar sus vacunas como un bien público global para liderar la recuperación mundial de la pandemia y también ha revelado en algunas ocasiones que donará vacunas a ciertos países.

El sábado, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, concluyó una visita de seis días al sudeste asiático, durante la cual Wang reveló que China decidió donar un lote de vacunas contra la COVID-19 a Myanmar y Filipinas para ayudarlos a combatir el nuevo coronavirus,


Fomento de la confianza

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, recibió el sábado la primera dosis de CoronaVac en el Hospital de la ciudad de Ankara, convirtiéndose en el más reciente alto funcionario turco en recibir una inyección de vacunas chinas, informaron los medios locales.

Anteriormente, el ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, recibió la primera dosis de CoronaVac en vivo por televisión el miércoles, convirtiéndose en el primero en Turquía en recibir la vacuna contra la COVID-19.

Más de 675.000 trabajadores de la salud han recibido la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por Sinovac de China durante los primeros tres días del programa de vacunación del país, informó Xinhua el sábado citando al Ministerio de Salud de Turquía.

Indonesia y Malasia también han hecho pedidos de vacunas Sinovac: 125,5 millones y 14 millones de dosis respectivamente. Se espera que Tailandia y Filipinas reciban millones de dosis de China en los próximos meses.

El embajador de Indonesia en China, Djauhari Oratmangun, comentó para medios locales chinos el jueves que Indonesia ya ha comenzado las vacunaciones masivas el miércoles, gracias a la sólida colaboración con China.

Expresó su confianza en la vacuna china, y señaló que la vacuna Sinovac recibió una licencia de las autoridades indonesias después de una evaluación científica y técnica.

"La confianza de Indonesia en la vacuna de Sinovac se refleja en que Widodo fue el primero en recibir la inyección. Compartimos los sentimientos del presidente Widodo", expresó el embajador.


El largo camino por recorrer

En un informe de la BBC que muchos en China creen que tiene como objetivo difamar las vacunas chinas el viernes, un periodista le preguntó a un médico turco si estaba preocupado por la eficacia de la vacuna, la respuesta fue un rotundo "no". El médico local también señaló que los ensayos clínicos de la vacuna en Turquía mostraron una eficacia de más del 90 por ciento.

El médico también admitió en el informe que un nivel de desconfianza con respecto a las vacunas chinas es común en todo el mundo, tal vez incluso reflejando la imagen de los productos chinos en los ojos de la mayoría de las personas. "Desafortunadamente, esto es cierto", confirmó un informante de la industria de vacunas china contactado por Global Times.

La pandemia ha puesto a las vacunas chinas bajo escrutinio mundial. Gran número de compras en el extranjero ha aumentado la confianza en ellos. Sin embargo, los conocedores señalaron que les queda un largo camino por recorrer para explorar el mercado internacional, especialmente dada la continua politización de las vacunas en medio de la pandemia de COVID-19.

La pandemia de COVID-19 es una gran oportunidad para los productores de vacunas chinos, pero el desafío sigue siendo enorme, señaló la fuente.

Los productores chinos de vacunas se han centrado principalmente en el mercado interno antes de la pandemia de COVID-19 y la mayoría de ellos apenas exportan sus productos, ya que el mercado interno es lo suficientemente grande, señaló el domingo un experto en vacunas bajo condición de anonimato y residente en Changchun, provincia de Jilin, en el noreste de China.

El mercado internacional de vacunas ha estado dominado principalmente por las cuatro grandes compañías farmacéuticas: Pfizer, Merck, GSK y Sanofi, por lo que hay pocos incentivos o espacio de mercado para alentar a las empresas chinas a expandirse.

Los cuatro grandes productores ocupan alrededor del 90 por ciento del mercado internacional de vacunas, según un informe de Guangfa Securities en marzo de 2020.

"No obstante puedo asegurar que las vacunas chinas no dejan lugar a dudas", comentó el experto anónimo, señalando que tomará tiempo establecer una reputación en el mercado internacional. Las empresas chinas pueden tratar la pandemia de COVID-19 como una oportunidad para aumentar gradualmente la cooperación internacional.

La difamación de los medios de comunicación occidentales, especialmente después de que las autoridades brasileñas revelaron una tasa de eficacia del 50,4 por ciento en los ensayos de última etapa de CoronaVac, también es un gran obstáculo que impide que muchas personas en Occidente vean las vacunas chinas de manera objetiva y científica, señalaron observadores chinos. .

Mientras exageraban las dudas sobre los datos de la última etapa de CoronaVac, los principales medios de comunicación en inglés mencionaron poco sobre la muerte de 23 ancianos noruegos después de que fueran vacunados con las vacunas de Pfizer, como si esos medios de comunicación ya hubieran llegado a un consenso para restar importancia al incidente.

Yang Xiaoming, director ejecutivo de la filial China National Biotec Group (CNBG) del principal productor chino de vacunas Sinopharm, explicó anteriormente que CNBG nunca había realizado ensayos clínicos internacionales de fase III a gran escala en cooperación con tantos países antes.

CNBG está llevando a cabo ensayos clínicos de fase III en dos de sus vacunas COVID-19 inactivadas en 10 países que involucran a más de 50.000 voluntarios, según Yang.

"Hemos encontrado muchas dificultades en la comunicación y la comprensión de las culturas y políticas locales", comentó Yang, y señaló que la solución a estas dificultades no es otra cosa que la comunicación.

El experto anónimo sugiere que las compañías de vacunas chinas pueden intentar cooperar con países occidentales en el futuro como Estados Unidos y la UE. Sería más fácil para el mundo aceptar las vacunas chinas 'si obtienen certificados de las autoridades de estas naciones.


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