spanish.china.org.cn | 25. 12. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

COVID-19 difícil de superar sin la vacuna de China

Palabras clave: COVID-19, vacuna, China

Los inspectores de calidad en las líneas de producción de las vacunas de Sinovac utilizan plataformas de tecnología digital para monitorear la calidad y eficiencia del empaque de la vacuna el domingo.


En la madrugada del jueves (hora de Beijing), el Instituto Butantan de Brasil anunció que la vacuna desarrollada por SinoVac de China tiene una efectividad superior al 50 por ciento, haciéndola elegible para aprobación y uso de emergencia en Brasil. Butantan dijo que la publicación de losdatos completos se pospondrá hasta 15 días. La compañía China recopilará y analizará los datos de los ensayos en otros países como Turquía e Indonesia antes de tener un panorama completo. Los medios de comunicación occidentales se han centrado de inmediato en exagerar "cuestiones sobre la transparencia".

Brasil fue el primer país en completar los ensayos de fase III de la vacuna SinoVac. Ha confirmado que la eficacia de la vacuna es superior al 50 por ciento, un requisito adoptado universalmente para reconocer una vacuna como utilizable. No se reportaron efectos secundarios graves durante el ensayo de fase III de la vacuna SinoVac. Hubo reportes sobre un accidente en Brasil, pero pronto se demostró que no tenía nada que ver con la vacuna en sí. Además, aunque SinoVac retrasó la publicación de los datos detallados en Brasil, no tiene nada que ver con datos falsos.

Además de la vacuna que está desarrollando SinoVac, hay otras cuatro vacunas chinas en ensayos de fase III. La mayor dificultad para China se relaciona con el hecho de que ha controlado la epidemia del COVID-19, por lo que China tiene que hacer los ensayos en países extranjeros. Esto dificulta la realización de los ensayos y la recopilación de los datos finales.

Pfizer dijo que su vacuna tenía una efectividad del 95 por ciento, y esto se convirtió en un "estándar" de la opinión pública occidental para medir la vacuna desarrollada por China, cuya debilidad en la recopilación de datos también ha sido constantemente atacada.

Las vacunas estadounidenses también tienen sus propias debilidades. Para empezar, las muestras utilizadas para los ensayos clínicos de fase III de la vacuna de Pfizer procedían principalmente de EE.UU. La empresa tiene la conveniencia de procesar información relevante, lo cual no había sido verificada por un tercero de forma independiente. En segundo lugar, la vacuna Pfizer es una vacuna ARNm, que debe mantenerse a menos 70 grados Celsius en términos de transporte y almacenamiento. En otras palabras, esta es una vacuna diseñada para países ricos, más que para países en desarrollo. Cabe señalar que hubo casos de reacciones alérgicas graves después de recibir la vacuna de Pfizer. Pero estos problemas serios no han sido abordados realmente por los medios de comunicación occidentales. Son prácticamente ignorados por ellos.

La vacuna inactivada para el COVID-19 de SinoVac es segura y se puede almacenar a una temperatura estándar de refrigerador. Es barato, lo cual es especialmente apropiado para su uso en países en desarrollo. Pero estas ventajas a menudo se ignoran en los campos de la opinión pública occidental o se minimizan como información de fondo.

La vacuna de SinoVac se promoverá a nivel mundial. Por tanto, su reputación internacional es fundamental. Los medios de comunicación estadounidenses y occidentales obviamente mantienen una postura y una actitud hostiles hacia las vacunas chinas. Ellos las cuestionan en lugar de aclarar sus puntos fuertes en medio de la situación urgente actual de la pandemia. Afortunadamente, no ha habido casos de accidentes graves en los ensayos clínicos de las vacunas chinas, a pesar de los desafíos de los ensayos en países extranjeros en medio de la pandemia. La opinión pública occidental no tratará las vacunas chinas de la misma manera que informó sobre los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer.

Esto es injusto y no favorece la lucha mundial actual contra el virus. La razón es simple: la actitud anterior de las instituciones de opinión pública occidentales está impulsada por prejuicios económicos, políticos e ideológicos. Ellos han trasladado esta actitud hacia China especialmente a las vacunas chinas. Sin embargo, las vacunas se necesitan con urgencia. Las exigentes condiciones de almacenamiento y la capacidad de producción de la vacuna estadounidense están lejos de satisfacer la demanda mundial. La vacuna de China debe convertirse en una de las principales fuerzas en la próxima etapa por lo que habrá esperanza para la victoria de la humanidad.

La vacuna inactivada de China utiliza tecnología tradicional establecida. La vacuna de Pfizer utiliza una tecnología completamente nueva que nunca ha sido usada. Las nuevas vacunas con tecnologías tradicionales suelen tardar más de un año en ser probadas. Los nuevos ensayos de las vacunas de Pfizer se aceleraron más rápido que las vacunas tradicionales. Si SinoVac y Pfizer se comparan con la misma intensidad escéptica, ¿cuál enfrentará más preguntas?

Para ser honesto, la vacuna de Pfizer es la que se introdujo más rápidamente. Las personas que recibieron la vacuna Pfizer todavía están experimentando con esta nueva tecnología. La nueva tecnología puede ser más eficiente, pero los riesgos de usarla son ciertamente mucho mayores.

Lo más importante para la humanidad es superar esta crisis inmediata. El papel positivo que pueden desempeñar las vacunas de China y las contribuciones que pueden hacer son obvias para todos. Se cree que las fortalezas de cada vacuna trabajando en conjunto harán grandes esfuerzos para cambiar el rumbo, en lugar de que sus debilidades formen nuestro futuro.


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