Nueva cepa arrastra por los suelos prestigio del Reino Unido

Puede que finalmente llegue el brexit, pero no como lo esperaba el Reino Unido. Saldrá del bloque con una nueva identidad: "el enfermo de Europa".

El término ha devenido en estos días burla colectiva en los medios de comunicación británicos. Reuters publicó un artículo el lunes titulado, 'Enfermo de Europa': Reino Unido aislado por temor ante la nueva cepa de COVID". El mismo día, la portada del Daily Mirror anunciaba Sick Man in Europe junto a  la imagen exhausta del primer ministro británico Boris Johnson con una máscara.

Después de detectarse la nueva variante, altamente transmisible, en su territorio, varios países anunciaron la suspensión del transporte con la nación, dejándola a la deriva y sola en el Atlántico Norte.

Al momento de la publicación, más de 40 de ellos habían bloqueado viajes hacia y desde el Reino Unido, incluidos sus aliados europeos más cercanos, y la India, antigua colonia imperial.

Recientemente, Londres ha buscado un acercamiento con Nueva Delhi en un intento por involucrarse más en la región Asia - Pacífico de cara a su visión futura "Gran Bretaña global". Sin embargo, la prohibición india de vuelos mostró que el compromiso no es bienvenido por ahora.

El Reino Unido, alguna vez un gran imperio, deviene una isla apartada. El brote de la nueva cepa de coronavirus lleva su prestigio internacional al nivel más bajo desde tiempos imperiales.

El hogar de más de 66 millones de personas cuenta con más de 2 millones de casos y los informes muestran 67 616 de muertos hasta el martes por la mañana. Cuando el país planteó el enfoque de inmunidad colectiva en marzo, parecía que se aventuraba a un experimento con la salud y la vida de su propia gente. Tal esfuerzo parece haber conducido a un resultado: la mutación del virus.

Esta vez, Londres endureció sus medidas rápidamente. Algunos internautas se maravillaron al observar que la última vez que el Reino Unido mostrara tal eficiencia y resolución fue quizás durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, cabe señalar que la nueva variante apareció por primera vez en septiembre, según Science Magazine.

La "buena" noticia es que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha prometido una subvención de 25 000 libras esterlinas (33 526 dólares) para ayudar a alimentar a los niños británicos afectados por la crisis sanitaria. Esta es la primera respuesta de emergencia en el Reino Unido en más de 70 años de historia de la institución. Algunos miembros del partido opositor y académicos británicos lo califican de "desgracia" y afirman estar "avergonzados de ser británicos".

"La pandemia ha elevado el número total de pobres en el Reino Unido a más de 15 millones, el 23 % de la población", informó The Guardian en noviembre. Cuando un antiguo imperio enfrenta tal crisis y necesita la asistencia de sus pares, puede denominarse una vergüenza.

Al Reino Unido le gusta llamar a otros "enfermos" y ha utilizado la frase para describir no solo a la dinastía Qing (1644-1911), sino también al Imperio Otomano en el siglo XIX. Desafortunadamente, los británicos ahora guardan para sí el título.

The Guardianreportó que su economía verá "una contracción del 11,1 % en 2020", "el peor año para la economía británica desde 1709".

El Reino Unido puede que busque grandes sueños, pero debe enfrentarse a duras realidades. Su condición difícilmente sirve de base para una mentalidad y ambición imperialistas. En este punto, simplemente debería dejar de bailar al ritmo de Estados Unidos, con el envío de portaaviones y demostración de fuerza e influencia en otras regiones, ahora debe cuidarse solo.