A los ataques políticos al servicio postal de EU se suman las bajas por COVID-19

Los trabajadores del servicio postal de Estados Unidos ahora también deben luchar para hacer su trabajo en medio de la COVID-19 y los debates políticos.

Casi el 10% de los trabajadores postales en todo el país han dado positivo por COVID-19. En total, 50 mil empleados se han ausentado por causas relacionadas con el virus. Los trabajadores postales temen por su salud y seguridad y por la salud y seguridad de sus familiares y seres queridos.

Como si los estragos de la pandemia no fueran suficientes, el Servicio Postal ha implementado recientemente nuevas políticas y recortes establecidos por el nuevo director general de correos, Louis DeJoy, cercano a la administración Trump.

La batalla será dura a medida que se acercan los comicios presidenciales en Estados Unidos, donde estados como pensivalnia, Florida y Wisconsin no contabilizarán los votos que lleguen por correo a sus mesas después del 3 de noviembre. Por tal motivo, el Servicio Postal de los Estados Unidos insta a los votantes a enviar sus boletas lo antes posible para evitar problemas el día de las elecciones.

El USPS (servicio postal de Estados Unidos, por sus siglas en inglés) ha sido objeto de mucho debate político durante este año electoral. Trump ha puesto un manto de duda repetidamente sobre el USPS, con afirmaciones infundadas de que la votación por correo causaría fraude electoral. Trump incluso se ha opuesto a la solicitud de fondos federales para el USPS porque no quiere que se use para votar por correo en las elecciones de este año.

Con las abundantes boletas de votación por correo, un rápido aumento en el número de trabajadores que se retiraron debido al COVID-19 y las medidas de reducción de costos ordenadas por el Post Master General, los empleados postales sienten que el gobierno está atacando a la oficina de correos y politizando el servicio mientras los empleados postales reciben ataques de todos los flancos.

El nuevo coronavirus ha dejado en Estados Unidos 7.076.828 contagios y 204.480 víctimas fatales, según el balance de la Universidad Johns Hopkins.