Sector turístico brasileño empieza a recuperarse de impacto de COVID-19 con flexibilizaciones

El sector turístico de Brasil ha comenzado a recuperarse con la flexibilización de las cuarentenas, tras más de tres meses de agonía por las medidas de aislamiento social y el cierre de la economía para combatir la pandemia del nuevo coronavirus.

Agencias y operadoras de viaje volvieron a vender paquetes a personas dispuestas a compensar su larga cuarentena con viajes en la segunda mitad del año, aprovechando que las principales aerolíneas nacionales volvieron a aumentar sus destinos tras haber reducido su red de vuelos al mínimo esencial decretado por el gobierno.

"Con la crisis económica, el dólar alto y el veto a que los brasileños puedan viajar a Europa o Estados Unidos, lo que vemos es que muchos turistas brasileños optan por viajes nacionales en lugar de internacionales, de menos días y más económicos", afirmó a Xinhua la vicepresidenta de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes (ABAV), Teresa Guimaraes.

Un estudio de la Asociación Brasileña de las Operadoras de Turismo (Braztoa) apuntó que el 60 por ciento de las empresas del sector ya venden paquetes de viajes para varias regiones del país a partir de agosto.

Según Guimaraes, para ganarse la confianza de los turistas en plena pandemia en Brasil, la mayoría de hoteles y atracciones turísticas divulgaron protocolos rígidos de limpieza y una disminución de su capacidad habitual.

"El sector turístico intenta iniciar ahora su retomada, con las flexibilizaciones, pero vemos que muchos brasileños todavía están inseguros. La mayoría no quiere pasarse muchas horas en un avión, por lo que optan por destinos más cercanos. Estamos animados con esta recuperación y esperamos que los nuevos hábitos de seguridad funcionen y reactiven el turismo", señaló.

Parte de la retomada del turismo en Brasil será posible gracias al aumento de los vuelos nacionales. En julio las empresas aéreas aumentaron a 180 las rutas activas en el país, el triple que en el inicio de la pandemia, aunque representan apenas el 30 por ciento de los destinos operados previamente en el país.

"La demanda está creciendo. Las personas piden informaciones para viajes dentro del país. Los turistas internacionales todavía no retomaron, pese a que las aerolíneas internacionales ya están vendiendo billetes (boletos) a precios menores y con flexibilidad para hacer cambios", comentó la especialista.

Pese al optimismo en el sector turístico, la retomada en este segundo semestre no será suficiente para anular las pérdidas millonarias del sector. Un estudio de la Fundación Getulio Vargas (FGV) apuntó que revertir el prejuicio causado por la COVID-19 sólo será posible en 2021 o 2022 si ya hay entonces una vacuna eficaz contra el virus.

Proyectó pérdidas de hasta 160.000 millones de reales (unos 30.700 millones de dólares) hasta final de 2021 para el turismo brasileño, con la pérdida de hasta 670.000 puestos de trabajo.

Dentro del sector turístico, uno de los que más han incrementado las medidas de seguridad y sanitarias son los hoteles y albergues, y la mayoría han anunciado cuidados más rigurosos en la limpieza de cuartos, así como reducción de la capacidad y el número de personas en las áreas comunes.

También se limitó el horario del restaurante y los famosos "self-service buffet" (buffet libre o de autoservicio) son ahora servidos por trabajadores del hotel, siempre con equipamientos de protección.

En este sentido, la Secretaría Regional de Turismo de Río de Janeiro (sureste), el estado más turístico del país, creó un protocolo para orientar al sector hotelero sobre la higienización, y ya tiene más de 2.300 establecimientos adheridos a las nuevas medidas.

Brasil es el segundo país del mundo más afectado por la COVID-19, apenas superado por Estados Unidos, en muertos y casos. Según el último boletín del gobierno, la pandemia ha dejado más de 85.000 muertos y más de 2,3 millones de casos en el país.