spanish.china.org.cn | 05. 07. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Cuba comienza el retorno total a la normalidad

Palabras clave: Cuba, COVID-19, normalidad

Personas caminan frente a un anuncio de promoción de La Habana durante el primer día de la primera etapa de recuperación, en la barriada del Vedado, en el Municipio Plaza de la Revolución, en La Habana, capital de Cuba, el 3 de julio de 2020. Cuba comenzó el viernes el retorno de todo el país a la normalidad, con el inicio de la primera etapa de recuperación en La Habana, tras controlar la pandemia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (COVID-19).


Cuba comenzó el viernes el retorno de todo el país a la normalidad, con el inicio de la primera etapa de recuperación en La Habana, tras controlar la pandemia del nuevo coronavirus.

"Que la alegría no nos haga olvidar la responsabilidad. Hoy ganamos una batalla pero aún no ganamos la guerra", escribió en Twitter el presidente Miguel Díaz-Canel en referencia a la reapertura que vive el país.

La capital de la isla, donde viven poco más de dos millones de personas, inició el retorno a la normalidad en un cauteloso programa elaborado por el gobierno, que incluye tres etapas y que se han aplicado de manera gradual y asimétrica, de acuerdo con los resultados sanitarios de cada provincia.

La primera etapa, que es la que ahora aplican La Habana y la occidental provincia de Matanzas, pero por la que ya transitaban las otras 13 provincias y el municipio especial de la Isla de la Juventud, tiene tres fases que establecen diversas medidas.

Por eso, este viernes el transporte público comenzó a circular nuevamente con sólo la mitad de la capacidad del vehículo.

Además es obligatorio el uso de mascarillas, que en la isla llaman nasobucos, y la desinfección de las manos no sólo al entrar a los ómnibus, sino a todas las instalaciones.

"Tengo que velar por que todos cumplan lo establecido", dijo a Xinhua el chofer Reineris Vega, quien conduce un autobús que hace un largo recorrido desde una céntrica zona habanera hasta el municipio de Guanabacoa, en el este.

En cada parada, hay inspectores que se encargan de controlar la cantidad de personas que sube a cada ómnibus para evitar aglomeraciones en el interior del vehículo.

En la céntrica heladería Coppelia, un tradicional punto de reunión de los habaneros, las personas tienen que lavarse las manos antes de entrar, y sólo puede haber dos comensales por mesa, las que además están separadas al menos un metro.

"Tenemos que limpiar bien las mesas, así como los cubiertos y los vasos para evitar los contagios", explicó la joven Daniela Suárez, quien trabaja como dependiente en la heladería.

El gobierno ha insistido en que la capital sigue siendo el territorio con más riesgo, por lo que han advertido sobre la necesidad de que las personas sean responsables y precavidas.

"Las medidas adoptadas por las autoridades son efectivas y están en función de preservar la vida de los ciudadanos, pero considero que es muy importante la responsabilidad individual", aseguró Janet Dorticós, quien es profesora universitaria.

La académica afirmó que "si cada persona hace lo que tiene que hacer en el momento adecuado, evitamos que esta pandemia continúe".

Lo cierto es que las calles de La Habana comienzan a verse más animadas, aunque todos usan mascarillas, una prenda que irrumpió entre los cubanos y que todo apunta a que llegó para quedarse.

El director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, señaló que llevar la mascarilla es una medida que se mantendrá en todas las fases de la primera etapa de recuperación pos-COVID-19.

Durán, quien todas las mañana informa en la televisión sobre la marcha de la enfermedad en la isla, reiteró la obligatoriedad de usar la mascarilla, en un momento en que la mayoría de los casos detectados son asintomáticos.

"Siempre va a existir el riesgo, por lo tanto las medidas de higiene son siempre necesarias para el cuidado y protección de la población", admitió la joven Beatriz García.

De lo que ocurra en La Habana, que hoy reportó ocho nuevos contagios, todos asintomáticos, dependerá si las autoridades mantienen las medidas de reapertura o regresan las más duras decisiones de aislamiento físico y social.

Desde que apareció la enfermedad en la isla, el 11 de marzo, se reportan 86 fallecidos y un acumulado de 2.361 infectados.

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