spanish.china.org.cn | 26. 05. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Con transparencia, ¿quién debería temer una investigación de la OMS?

Palabras clave: OMS, investigación, COVID-19

Algunos políticos y medios de comunicación estadounidenses comenzaron a fabricar rumores sobre una resolución adoptada por la 73a Asamblea Mundial de la Salud con respecto al COVID-19 poco después de la reunión, donde China participó en las consultas y fue uno de los más de 140 copatrocinadores del texto.

Alegaron que su "núcleo" era realizar una indagación sobre China y que esta estaba "obligada" a apoyarla, incluso cuando las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y líderes de otros países abogaron por la unidad en la lucha contra la pandemia.

Antes de hacer acusaciones injustificadas, primero deben responder: ¿Alguna vez China se vio forzada a aceptar algo que sea perjudicial para sus intereses nacionales desde la fundación de la República Popular China en 1949?

Es claro para todos que China unió a toda una nación en el freno del COVID-19 en poco tiempo, en la protección de la vida y la salud de su gente y en la búsqueda de un desarrollo económico y social coordinado.

Desde el inicio del brote, China ha compartido información y experiencia sobre prevención y control de la epidemia con el mundo, incluidos aquellos que continúan atacándola. Se ha Involucrado activamente en la cooperación internacional, ha brindado asistencia dentro de su capacidad a naciones necesitadas, aunque no haya aún superado sus propias dificultades.

A principios de febrero, Beijing invitó a expertos de la OMS a realizar visitas de campo en varias ciudades, incluida Wuhan. ¿Teme una China honesta la llamada "investigación" alegada por las amenazas de un grupo de políticos y medios sin escrúpulos?

Como un país importante y responsable, China defiende los principios y los resultados finales en materia de lo que es correcto. Si bien no está preocupada por el tema, China se opone firmemente a una indagaciónde carácter política impulsada por motivos ulteriores. China no puede aceptar una llamada "investigación independiente" que excluye a la OMS, porque con el pretexto de "presunción de culpa", una acción tan discriminatoria estigmatiza a China primero, y luego encuentra fallas y obliga al país a aceptarlas. No solo debemos oponernos firmemente a la "investigación" y a los "reclamos", sino también exponer sus verdaderos propósitos a la comunidad internacional.

Si bien la resolución solo se refería a una "evaluación" de la OMS, algunos indicaron que China estaba "obligada" a poner su nombre en ella, mintiéndole al mundo que también pidió una "investigación" sobre ella.

El documento propuso empezar, en un momento apropiado, y en consulta con los estados miembros de la OMS, un proceso gradual de evaluación imparcial, independiente e integral, para revisar la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas de la respuesta de salud internacional coordinada por la OMS al COVID-19.

Al tener como objetivo la revisión de la respuesta de la OMS a la pandemia y producir sugerencias para un trabajo futuro, debe llevarse a cabo después de su contención, ya que la prioridad es convocar al mundo a unirse en su lucha.

La resolución no abrió una "investigación" sobre China, ni reclamó una indemnización por el brote de COVID-19, que no es lo que esperaban ciertos rumores. Los ataques y culpas a China fracasaron por completo.

Llenos de ira, estos grupos se han dividido. Mientras que algunos se negaron a firmar el texto y amenazaron con cortar los fondos para la OMS y retirarse una vez más, otros deseaban pasar por alto sus deseos de unirse a la exageración de un estudio independiente sobre el origen del virus.

Incluso con los mejores científicos del mundo inmersos en la tarea de manera exhaustiva, imparcial, científica, transparente y dominada por la OMS, ¿se atreverán los políticos a aceptar sus hallazgos con un sentido de justicia en Estados Unidos?


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