China no baja la guardia en puestos fronterizos

Miembro del personal de la Aduana Pingxiang analiza muestras en el laboratorio de pruebas de ácido nucleico recientemente establecido en Chongzuo, región autónoma Zhuang de Guangxi.

Los puntos fronterizos aún enfrentan gran presión para evitar casos importados de COVID-19 a medida que las autoridades redoblan esfuerzos para mejorar el control de personas que ingresan al país.

Pang Jun, subdirector del departamento de salud de la región autónoma Zhuang de Guangxi, declaró el lunes en una conferencia de prensa que el número de visitas entrantes y salientes registró una fuerte disminución desde el brote, gracias a las estrictas medidas de supervisión adoptadas por el Gobierno. La región limita con Vietnam.

"En 2019, hubo 20.79 millones de entradas y salidas entre la nación y Vietnam. La cifra de las primeras cayó a 80 en promedio por día", informó.

Sin embargo, las estaciones de inspección fronterizas aún enfrentan grandes desafíos, con más de 600 ingresos diarios de conductores y agentes de carga dado el avance del comercio bilateral.

Apuntó que las autoridades de salud trabajan para optimizar su gestión y ayudar a contener la COVID-19.

"Los visitantes deben informar su estado de salud y someterse a un examen de temperatura corporal, así como observación médica", detalló. "Si se detectan casos sospechosos o confirmados, rastreamos a las personas en contacto cercano y lasponemos en observación".

El funcionario añadió que desde el 18 de marzo, no se han registrado contagios en los 4765 ingresos reportados.

"Cerramos temporalmente 7 de 9 estaciones limítrofes y realizamos patrullas en la frontera de 1020 kilómetros. También alentamos a los residentes de las aldeas aledañas a denunciar cualquier entrada ilegal", dijo. "Los vehículos y las personas con destino a la parte continental de China también pasan por una estricta verificación".