spanish.china.org.cn | 13. 05. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Cómo China podría hacer sus políticas fiscales más efectivas tras la COVID-19

Palabras clave: política fiscal, COVID-19

Desde la aparición del brote de COVID-19, ha crecido la discusión sobre cómo las políticas fiscales podrían usarse para amortiguar los impactos del virus.

Una reunión del politburó de China para discutir sobre la COVID-19 y la economía el 17 de abril señaló la necesidad de más políticas fiscales y su adopción de manera más proactiva para ejercer efectos positivos. ¿Eso significa que deberíamos aumentar el déficit fiscal, expandir la deuda pública y emitir bonos especiales? Obviamente no.

Como una de las herramientas básicas de gobierno nacional, la política fiscal puede transformar algunos riesgos públicos en riesgos fiscales. La actual situación fiscal de China tiene un margen de política relativo para asumir algunos riesgos públicos, mientras que los dos se equilibran con cautela.

Las preguntas clave para expandir los déficits y las deudas fiscales son: ¿dónde se usará el dinero y de dónde vendrá el dinero?

Recientemente, China lanzó docenas de políticas de apoyo, rescate y preferenciales para ayudar a personas y empresas a sobrellevar las dificultades. Estas políticas han traído más seguridad a los medios de subsistencia de los residentes y la reanudación de la producción, lo que ha demostrado el cambio de pensamiento en el diseño de la política fiscal; algo que se está transfiriendo a la gestión de riesgos.

La reunión del politburó del 17 de abril hizo hincapié en "seis prioridades": salvaguardar el empleo, los medios de subsistencia de las personas, el desarrollo de entidades de mercado, la seguridad alimentaria y energética, el funcionamiento estable de las cadenas industriales y de suministro y el buen funcionamiento de la sociedad, al tiempo que se evita la propagación de el virus; dejando en evidencia que persisten altos riesgos e incertidumbres en estos seis aspectos debido al virus.

Muchos han pedido que se fortalezca el estímulo sobre el consumo y la inversión, pero los objetivos actuales de las políticas fiscales deben ser asegurar los medios de supervivencia.

La expansión de los déficits y deudas fiscales debería centrarse en las "seis prioridades". Las políticas fiscales actuales deben apuntar a asegurar los medios de vida y minimizar los riesgos, con el fin de establecer etapas para la recuperación económica.

En términos de medidas específicas, el gobierno debería establecer un presupuesto especial para las "seis prioridades" en lugar de emitir políticas sueltas. De esta manera, se amplificarán los efectos colectivos de las políticas, o de lo contrario los efectos de las políticas para impulsar la confianza del mercado serán limitados. En la coyuntura actual, el fortalecimiento del apoyo a las políticas es propicio para detener la propagación del pesimismo del mercado.

El dinero podría recaudarse mediante la emisión de bonos del tesoro especiales. El tamaño de los bonos especiales podría alcanzar los 5 billones de yuanes en varias emisiones y el banco central podría comprarlos a intereses en cero.

El gobierno central podría valerse de algunos bonos especiales locales, porque muchos gobiernos locales enfrentan dificultades reales para expandir la deuda local. Desde la perspectiva de la gestión de riesgos, el departamento fiscal central posee un control más fuerte que los departamentos locales, especialmente las unidades a nivel de base. Bajo los impactos de la COVID-19, el departamento fiscal central debería asumir más responsabilidad para cubrir los riesgos.


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