Más de 100 cruceros a la deriva y puertos cerrados debido al nuevo coronavirus

Setenta mil tripulantes en 102 barcos están varados solo en aguas estadounidenses en medio de la pandemia de coronavirus.

Algunos de los barcos han reportado infecciones y muertes entre la tripulación, pero la mayoría de los barcos no han tenido casos confirmados.

Tanto los gobiernos nacionales como los locales han impedido que las tripulaciones desembarquen para evitar nuevos casos de COVID-19 en sus territorios.

Decenas de miles de miembros de la tripulación han estado atrapados durante semanas a bordo de docenas de cruceros en todo el mundo, mucho después de que los gobiernos y las líneas de cruceros negociaran el desembarco de sus pasajeros. Algunos se enfermaron y murieron; otros han sobrevivido pero han perdido sus empleos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron el mes pasado que alrededor de 80.000 miembros de la tripulación permanecían a bordo de barcos frente a la costa de los EE. UU. después de que la mayoría de los pasajeros hubiesen desembarcado.

A medida que los casos de coronavirus y las muertes aumentaban en todo el mundo, funcionarios de salud de varios países han ampliado la lista de condiciones que deben cumplirse antes de que las tripulaciones puedan desembarcar.

Las compañías de cruceros deben llevar a cada miembro de la tripulación directamente a casa en un avión chárter o un automóvil privado sin utilizar vehículos de alquiler o taxis. Para complicar esa misión, se requiere que los ejecutivos de la compañía acepten sanciones penales si los miembros de la tripulación no obedecen las órdenes de las autoridades sanitarias de evitar el transporte público y los restaurantes en su camino a casa.

“Con mucho gusto haremos lo que nos piden, pero las penas criminales nos dieron que pensar, a nosotros y a nuestros abogados”, escribió el presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean International, Michael Bayley, en una carta a los miembros de la tripulación a principios de esta semana, pero agregó que los ejecutivos de la compañía finalmente acordaron firmar.

Como si esto no fuera suficiente, Bayley advirtió los problemas logísticos que se desprenderán de las estrictas medidas para la repatriación del personal y pasajeros. “Nuestra tripulación viene de más de 60 países. Cada país tiene normas y regulaciones distintas sobre quién puede volver a casa, y cómo, y cuándo”, explicó. Algunos ni siquiera aceptan el ingreso de sus propios nacionales.