spanish.china.org.cn | 11. 05. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

El coronavirus puede haber extendido silenciosamente en Estados Unidos

Palabras clave: Estados Unidos, COVID-19

Estados Unidos registró su primer contagiado el 21 de enero en el estado de Washington. La ciudad de Nueva York no lo hizo hasta el 1 de marzo.

Recientes revelaciones ofrecen esa línea cronológica. Al estudiar la genealogía del virus, sabemos que salió de China hace mucho más tiempo de lo que se pensaba, y los investigadores ahora confían en que estuvo circulando mucho antes.

Lo que se sabía era que el estado de Washington había sido la zona cero del virus en Estados Unidos, con la primera muerte el 29 de febrero, un paciente en el área de Seattle.

Sin embargo, en realidad la defunción más temprana fue en California. Dos personas en el condado de Santa Clara el 6 y el 17 de febrero, según revelaron las autopsias del 22 de abril.

Ninguno había estado en China ni contaba con un “historial de viajes significativo”, indicó la Dra. Sara Cody, directora del condado.

En marzo, investigadores del Network Science Institute de la Northeastern University presentaron un modelo que sugería que, si bien gran parte del mundo todavía estaba enfocada en China, el coronavirus se había extendido silenciosamente en Estados Unidos, barriendo a su paso con unas 28 000 personas en importantes ciudades como Nueva York y San Francisco antes del 1 de marzo, cuando se confirmó el primer caso en Nueva York.

"La enfermedad avanzó sin ser identificado", sostuvo a CNN Alessandro Vespignani, director del Network Science Institute.


Alcalde de EEUU dice que pudo haber contraído COVID-19 en noviembre pasado

Michael Melham, alcalde de Belleville, Estados Unidos, dio positivo de anticuerpos de la COVID-19 y cree que contrajo el virus en noviembre, más de un mes antes de que China reportara sus casos iniciales, informaron medios estadounidenses.

Melham dijo que estuvo enfermo a finales de noviembre después de asistir a la Conferencia de la Liga de Municipalidades de Nueva Jersey en Atlantic City, y que sufrió de síntomas como escalofrío, alucinaciones y de una "temperatura que subió rápidamente", informó NorthJersey.com el 30 de abril.

En un mensaje de texto al medio periodístico estadounidense, el alcalde dijo que se había sentido "lo más enfermo" que había estado en su vida adulta.

Algunos expertos en salud piensan que la COVID-19 "podría haber estado circulando silenciosamente" en enero y febrero en Estados Unidos, sin que nadie marcara previamente la línea del tiempo a partir de noviembre.

El alcalde dijo que posteriormente sospechó que había contraído el virus pero lo ignoró porque "los primeros casos en Estados Unidos no se reportaron sino hasta enero".

Melham insistió en que es "muy, muy improbable" que se haya expuesto al coronavirus posteriormente.

"El anticuerpo en mi sangre es más viejo en comparación con el más reciente, lo que muestra que terminé por combatirlo", dijo.


Análisis genético apunta a una rápida expansión mundial del COVID-19

Un nuevo análisis genético del virus que causa la COVID-19 en más de 7600 pacientes en todo el mundo muestra que este circulaba desde fines del año pasado, y que su diseminación fue rápida tras la primera infección.

Investigadores británicos analizaron las mutaciones del virus y encontraron evidencia de una célere propagación, pero no de un contagio más fácil ni de una mayor probabilidad que cause un cuadro más grave.

"El virus cambia pero en sí mismo no significa que esté empeorando", declaró a CNN el experto en genética Francois Balloux, del University College London Genetics Institute.

Balloux y sus colegas obtuvieron secuencias virales de una base de datos que científicos del mundo utilizan para compartir información. El equipo observó muestras tomadas en diferentes momentos y lugares, y concluyeron que el virus comenzó a infectar a las personas a fines del año pasado.

"Esto descarta cualquier escenario que suponga que el SARSCoV-2 puede haber estado en circulación mucho antes de ser identificado, y por lo tanto que haya infectado a grandes porciones de la población", escribió el grupo de Balloux en un artículo aparecido en la revista Infection, Genetics and Evolution.

A lo sumo, el 10% de los habitantes del planeta ha estado expuesto al patógeno, estimó Balloux.


   Google+