spanish.china.org.cn | 08. 05. 2020 | Editor:Elena Yang | Texto |
La propagación del COVID-19 y la caída abrupta del petróleo han sumido a las compañías del sector en un crudo invierno. Frente al repentino doble desafío, China National Petroleum Corporation (CNPC), como miembro del “equipo nacional” de empresas, asume una responsabilidad en la lucha contra la pandemia. ¿Cómo hace para encarar esta difícil situación?
Lucha con un servicio continuo
Desde el brote de la enfermedad, varias de sus acciones han conmovido el corazón de muchos: “CNPC asegura el abastecimiento y la venta normal de sus productos”; “Cerca de 20 000 tiendas de conveniencia y estaciones de servicio Usmile operan en horario normal, sin elevar sus precios”; “Southwest Oil & Gasfield Company de CNPC garantiza la línea de distribución Zhongxian-Wuhan”; “El gasoducto oeste-este asegura el suministro principal de gas en Wuhan”; “Energía Kunlun lleva gas sin problemas al usuario final”...
Durante la epidemia, el personal de la firma siguió trabajando. Zhong Linghu y Deng Yingling son empleados de una estación de servicio. El 19 de enero, un día después de su boda, ambos acudieron a su centro de labores a 17 kilómetros de distancia, a fin de asegurar el suministro de petróleo y gas durante la crisis sanitaria y no se volvieron a ver en más de un mes. Su luna de miel la pasaron en pie de lucha desde sus puestos con un respaldo concreto.
“Suministramos lo que falte al país”
“Hoy realmente fue una experiencia especial. Cuando fui por el combustible a una estación de servicio, no esperaba poder comprar mascarillas. En tiempos de pandemia, estos materiales son escasos”, dijo emocionado el señor Shi, fuera de la estación Guangwai de CNPC en Beijing el 25 de marzo.
La epidemia aceleró la escasez de insumos médicos. Las mascarillas estaban agotadas y la demanda de su materia prima, como tela fundida por soplado, alcanzó su máximo al igual que su precio. CNPC anunció que concentraría todos los recursos posibles y coordinaría con las fuerzas a su alcance para proveer lo que hiciera falta al país, desde mascarillas, ropa protectora, desinfectantes hasta petróleo refinado y gas natural.
Tras una serie de estudios científicos, CNPC construyó 6 líneas de producción de mascarillas el 29 de febrero. El 2 de abril, la división de químicos y la de refinería informaron que de las 21 planificadas, 20 ya operaban. El primero de abril, el volumen diario sumó 603 100 unidades. Su capacidad total alcanzó las 10 450 000. Además de incrementar su producción, CNPC modificó su esquema de manufactura y cambió el giro de 6 de sus compañías hacia la elaboración exclusiva de material médico de polipropileno, a fin de establecer una cadena completa de tela fundida por soplado.
Adaptación obligatoria a precios bajos
El 9 de marzo, el precio internacional del petróleo “colapsó”. La caída fue superior al 30 %, todo un récord diario en casi 30 años.
Afectados por la crisis vírica y el hundimiento en el precio del crudo, el sector petrolero enfrenta retos sin precedentes. El invierno asoma para el rubro. Dai Houliang, presidente de CNPC, propuso ser un pilar firme frente a la doble prueba, “con la adopción de medidas revolucionarias para reducir costos y el respaldo a empresas a fin de que puedan superan las dificultades con innovación tecnológica y de gestión”. Zhang Baozeng, gerente general de CNPC Xibu Drilling Engineering Company, afirmó: "Bajo un análisis exhaustivo de la situación interna y externa de la compañía, la principal respuesta al desafío es una estrategia de bajo costo. La clave es lograr efectos reales en su reducción, mejorar la autoconfianza y reforzar el reconocimiento de las partes para lograr una competitividad palpable”.
La experiencia demuestra que es en los peores momentos donde surge la oportunidad. La volátil caída de los precios del crudo trae ventajas y desventajas para las petroleras y petroquímicas. La resolución de problemas internos, la reducción de costos y una mayor eficiencia marcan una nueva etapa de desarrollo.