A indagatoria tres ministros de Bolsonaro por acusaciones contra el mandatario

Tres altos ministros del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, deberán comparecer ante interrogatorio en una investigación potencialmente perjudicial sobre si el líder de extrema derecha obstruyó la justicia, luego de que la Corte Suprema concediera a los investigadores la solicitud de acceso el martes.

El caso se deriva de las acusaciones del ex ministro de justicia Sergio Moro, quien renunció en protesta el mes pasado después de que Bolsonaro despidiera al jefe de la policía federal.

En una mordaz conferencia de prensa, Moro, el encargado de llevar al ex presidente Lula da Silva a prisión, acusó a Bolsonaro de interferencia inapropiada en las investigaciones policiales.

El juez de la Corte Suprema Celso de Mello aceptó una solicitud de los investigadores que investigaban las acusaciones de Moro para interrogar a tres generales militares influyentes que sirven en el gabinete de Bolsonaro: el ministro de Seguridad Interna, Augusto Heleno, el jefe de gabinete Walter Braga Netto y el secretario de Gobierno Luiz Eduardo Ramos.

Mientras tanto, varios medios de comunicación publicaron un resumen filtrado de la propia declaración de más de ocho horas de Moro el sábado ante los investigadores.

En él, Moro mencionó a los tres ministros que ahora serán interrogados como testigos y mediadores en sus conversaciones con el presidente sobre el reemplazo del entonces jefe de la policía federal, Mauricio Valeixo.

El documento dice que Moro señaló a los investigadores que Bolsonaro quería que se asegurara de que se nombrara a un nuevo superintendente de la policía federal en Río de Janeiro, la ciudad natal del presidente, donde su hijo Carlos, un concejal de la ciudad, está bajo investigación por las acusaciones de haber supervisado una campaña de noticias falsas para beneficiar a su padre.

Por su parte, Bolsonaro minimizó el testimonio filtrado del otrora su ministro más popular.

El juez De Mello también autorizó a los investigadores a interrogar a seis altos funcionarios de la policía y la legisladora federal Carla Zambelli.