spanish.china.org.cn | 09. 03. 2020 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
Solo quedan 300 días para cumplir con la promesa de erradicación total de la pobreza en China, y la aparición del coronavirus plantea más desafíos para su logro.
Con dificultades tan grandes por delante, un simposio sobre cómo asegurar una victoria decisiva en el tema, celebrado el viernes, demostró que el país está determinado y confía en completar el programa más ambicioso del mundo.
El Gobierno chino ha decidido sacar de la miseria a todos sus habitantes rurales en 2020. Durante 7 años consecutivos, lo hizo a un ritmo de más de 10 millones de personas anuales. A fines de 2019, 5,51 millones seguían viviendo en condiciones de pobreza, pero ninguna se quedará atrás en el objetivo de la nación de devenir una sociedad moderadamente próspera en todo sentido.
El evento del viernes mostró que la alta dirección es consciente de las dificultades en la recta final, incluido el impacto del COVID-19, la debilidad industrial, la burocracia y el cúmulo de formalidades en ciertos lugares.
La labor se realiza a partir de la identificación precisa de estos problemas reales para la toma de contramedidas efectivas que garanticen resultados sustantivos y sostenibles.
Como se discutió en el encuentro, China centrará su accionar en las regiones más deprimidas, evitará el riesgo de que algunas personas regresen a tal condición, promoverá el desarrollo industrial, creará más oportunidades laborales y fortalecerá el examen y el control de los esfuerzos destinados a tal fin.
Se trabajará más para minimizar la repercusión de la epidemia en estas localidades, con políticas favorables, más apoyo financiero, un incremento en las ventas de productos locales y una mejor coordinación entre las áreas orientales más prósperas y las occidentales menos desarrolladas.
Es una dura batalla y no habrá vuelta atrás hasta que se cumple con el cometido.
Frente a la tendencia positiva lograda por la tarea de prevención y control, la reanudación de la producción y el trabajo, así como el regreso a la normalidad de la sociedad toman impulso.
China cuenta con recursos y capacidad suficientes, incluidas políticas de respaldo, fondos y equipos de trabajo, para alcanzar la meta según lo programado.
A finales de este año, la nación habrá sacado a unos 100 millones de personas de la miseria, 10 años antes de los objetivos establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y el fin de la pobreza mundial.
Los logros sin precedentes demuestran no solo la ventaja política del liderazgo del PCCh sino también del sistema socialista.