spanish.china.org.cn | 17. 02. 2020 | Editor:Teresa Zheng | Texto |
Personal médico y pacientes hacen ejercicio juntos en el hospital móvil "Wuhan Vivo" en Wuhan, el más grande de su tipo en la ciudad, el 15 de febrero de 2020.
Los nuevos pacientes con coronavirus en el hospital de cabinas móviles más grande de Wuhan generalmente se muestran optimistas, dijeron los médicos encargados del lugar.
"Antes de venir, pensé que me encontraría personas con una fuerte presión psicológica, desesperadas y a punto de colapsar", señaló AnShuoyan, doctora del departamento Cardiovascular del Hospital de Amistad China-Japón en Beijing.
"Pero las cosas resultaron ser diferentes. La mayoría está de buen humor, han cooperado bien con el tratamiento y nos aprecian mucho".
An es una de las profesionales enviadas desde Beijing para ayudar a los pacientes en el centro temporal de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en el centro de China, donde surgió el virus.
El lugar es uno de los 3 primeros hospitales de cabina móvil establecidos en la ciudad para aliviar la escasez de camas ante el aumento de infectados locales. Con una capacidad de 2000 camas, también es el más grande. Su construcción arrancó el 3 de febrero y en 4 días empezaron a recibir pacientes, principalmente, los casos más leves.
An, que inició su labor desde la apertura del centro, dijo que no existe un solo medicamento para curar la enfermedad, por lo que ella y sus colegas tratan de aliviar los síntomas. Si sus condiciones empeoran, los enviamos a los hospitales designados, precisó.
Además de él, actualmente se están levantando otros parecidos en Wuhan para acoger a más de 10 000 infectados, según el gobierno local.
Para dar cabida a todos los contagiados y casos sospechosos, como quienes estuvieron en contacto con enfermos, las autoridades de Wuhan intentan diferentes medios, entre ellos la conversión de hoteles y residencias universitarias en instalaciones temporales de cuarentena y tratamiento.
Zhang Zhen, otro médico del Hospital de la Amistad China-Japón, manifestó que el Salón Wuhan está casi lleno y que los pacientes salen a diario tras su curación. Él y sus colegas trabajan 4 turnos todos los días, cada uno de 6 horas.
"La mayoría de los internos están de buen humor", dijo. "Muchos se han unido al club de lectura organizado por el hospital y comparten los libros que han leído. A veces, durante las conversaciones, algunos se emocionan y gritan: 'Vamos con todo Wuhan, vamos China'".
"Es increíble ver a todos a nuestro alrededor, incluidos los enfermos y el personal de nuestro hotel, tan optimistas", dijo Zhang. "Ha facilitado mucho nuestra labor y nos ha fortalecido como médicos y enfermeras".
Anindicó que pese a que la tarea es complicada, el apoyo de las personas en Wuhan la ha conmovido mucho.
"Muchos miembros del personal médico local y residentes nos han donado calentadores, ropa y zapatos, por temor a que no podamos aguantar el frío”, comentó.
Lo que más la sorprendió fue que ella y sus compañeros recibieron una carta de agradecimiento el 14 de febrero, el Día de San Valentín.
"Gracias, ángeles de todo el país por ayudar a combatir el virus en Wuhan", decía la carta. "Los saludo a todos en nombre de los pacientes".