spanish.china.org.cn | 08. 11. 2019 | Editor:Liria Li | Texto |
Un cantinero sirve ron de la empresa mixta Havana Club International en el estand de la firma, en la 37 Feria Internacional de La Habana 2019, en La Habana, capital de Cuba, el 5 de noviembre de 2019. La larga tradición ronera de Cuba comienza a proyectar su sombra sobre el mercado chino, donde Havana Club International tiene una presencia discreta, pero creciente.
La larga tradición ronera de Cuba comienza a proyectar su sombra sobre el mercado chino, donde la empresa mixta Havana Club International tiene una presencia discreta, pero creciente.
Resulta evidente el interés por ese mercado, y no lo ocultan los directivos de la empresa, una sociedad creada en 1993 por la estatal Corporación CubaRon y el grupo francés Pernod Ricard.
"Estamos hablando de una economía de primer orden a nivel mundial, de un mercado en crecimiento rapidísimo", dijo a Xinhua el director de Desarrollo de mercado de Havana Club International, Sergio Valdés, un químico que desde hace más de dos décadas está vinculado a la industria.
Valdés habla con un estricto conocimiento, ya que, por razones profesionales, visita China con regularidad, no sólo para pulsar el mercado interno, sino también para reconocer las ventas en el área asiática.
"Los chinos verdaderamente tienen un alto consumo de bebidas espirituosas, pero se basan fundamentalmente en bebidas nacionales", señaló para explicar las dificultades del ingreso del ron cubano en ese mercado que califica de "difícil".
El experto recibió a Xinhua en el stand de la firma en la 37 Feria Internacional de La Habana (FIHAV) 2019, un sitio concurrido por empresarios y curiosos, quienes se acercan para conocer los secretos de una tradición productiva de más de 150 años.
Mientras un grupo de directivos está en la feria habanera, otros representan a la empresa en la II Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), que se realiza en la ciudad china de Shanghai.
La presencia de Havana Club International en la ciudad china es otra evidencia del interés por llegar a ese mercado, para el que destinan tres tipos de rones diferentes, como el Havana Club 3 años, que se utiliza sobre todo para preparar cocteles como el Mojito y el Daiquirí.
Asimismo, enumera Valdés, se han destinado el Havana Club Añejo 7 años, que "los chinos gustan de consumir puro", y el ron Selección de Maestros, que consumen "chinos vinculados al mercado del habano y que conocen de la calidad de los productos tradicionales cubanos".
La empresa cerró el año pasado con la venta de más de 4,7 millones de cajas de botellas de nueve litros, lo que representa un crecimiento de poco más del 6 por ciento en relación con 2017.
La compañía lleva varios años con incrementos en las ventas, tanto en el mercado interno cubano como en el extranjero, desarrollo que en buena parte se debe a una estrategia de innovación y al enfoque que ponen en la gama del ron Añejo 7 Años a nivel global.
Esos buenos resultados colocaron en 2012 al más emblemático de los rones cubanos entre las 25 mejores bebidas espirituosas a nivel mundial, y el número tres entre los rones a nivel internacional.
"Eso tiene un valor adicional si tenemos en cuenta que no podemos vender en Estados Unidos, y ese país representa el 40 por ciento del mercado internacional del ron", detalla Valdés.
Todos esos productos salen de la ronera San José, la mayor planta de procesamiento de ron del mundo, donde se fabrican los rones oscuros ligeros comercializados en más de 120 países, y convertidos en uno de los principales rubros de exportación del país.
La planta es un terreno de 20 hectáreas, a unos 30 kilómetros al sureste de La Habana, en plena llanura de la occidental provincia de Mayabeque.
Una inversión de 60 millones de dólares permitió la edificación de esa fábrica, inaugurada el 7 de enero de 1997, y donde hay una destilería, áreas de añejamiento y mezcla y una embotelladora, con una moderna tecnología capaz de procesar cada día 30.000 litros.
En la planta se elaboran ocho tipos de rones clasificados de acuerdo con la mezcla y el tiempo de añejamiento, que pasa por la pericia de los maestros roneros, un reducido grupo de expertos que no suma la decena en todo el país, y guarda los secretos de la gustada bebida.