Pobladores de una aldea tibetana celebran el Festival del Medio Otoño

Estudiantes ondean banderas nacionales en una reunión celebrada el miércoles, en la aldea Tsom, ubicada en el distrito Doilungdechen, del Tíbet, con motivo de los preparativos para el festival del Medio Otoño.

El aire era gélido pero eso no impidió que los campos de cebada terminaran el miércoles llenos de color con la paleta dorada otoñal, mientras los locales en la aldea Tsome, de la Región Autónoma del Tíbet, se reunían en los albores del Festival del Medio Otoño.

El Festival del Medio Otoño, uno de los más representativos e importantes de China, caracterizado por las reuniones familiares, cae el viernes 13 de septiembre este año. Es la primera vez que pobladores del distritoDoilungdechen, del Tíbet, se reúnen para celebrar. Este año se celebra el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China y el 60 aniversario desde que se inició la reforma democrática del Tíbet.

Más de 200 personas, incluidos funcionarios, aldeanos, voluntarios, estudiantes y equipos de mantenimiento de caminos y vías férreas participaron en la celebración, con las personas saboreando pasteles de la luna, bailando, cantando, participando en festivales de caligrafía y jugando juegos.

Nyima Yangdron, un estudiante de primaria que vive en la aldea, indicó que el festival le recordó a su hermana mayor que vive en el extranjero y con quien habla una vez al mes.

“También estoy agradecido y honrado de representar a nuestra escuela y a los estudiantes que participan en la celebración de hoy, y haré un buen trabajo en la representación de más tarde”, explicó Nyima Yangdron.

Sonam Yeshi,un funcionario, indicó que la aldea rinde un homenaje a los festivales de años anteriores, durante los cuales el comité de aldeanos ofreció a los residentes pasteles de la luna.

“Las celebraciones con motivo del Festival de Medio Otoño de este año son más grandes”, agregóSonam Yeshi.

“El gobierno distrital nos ha traído pasteles de la luna para los aldeanos. Cada poblador tiene uno, y los aldeanos también disfrutan de representaciones y juegos”, explicó.