spanish.china.org.cn | 11. 07. 2018 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
“Los jóvenes deben dejar de aparentar menos y esforzarse más. Sobre todo, para los estudiantes en el extranjero, además de esforzarse, deben aprender a vivir con la soledad y resistir la tentación. Es importante valorar el tiempo para acumular más conocimientos, además de cultivarse y contribuir activamente. Siempre tienen que sentirse agradecidos…” Estos son los consejos que planteó Wang Hu, reconocido empresario chino en Egipto durante un encuentro de la Federación Estudiantil China en Egipto.
En 1995, la Oficina Islámica de la Oficina de Asuntos Religiosos del Consejo de Estado envió a un grupo de estudiantes destacados por su excelencia a estudiar en la Universidad Al-Azhar, y Wang Hu era uno de ellos. Hoy día, Wang es uno de los empresarios más famosos en la comunidad china en Egipto y su empresa registrada en Egipto, China Luojia Industrial Co., Ltd., trabaja en producción de hierro y acero, procesamiento de roca, explotación minera y comercio internacional. Sus negocios albergan casi todos los ámbitos productivos y logísticos del país. Tiene más de 200 empleados chinos y más de mil empleados locales.
Tomar precauciones, atreverse a rendirse e intentar sin miedo
Hablando de sus éxitos, Wang Hu recalca: “a la hora de hacer cualquier cosa, sobre todo negocios, lo más importante es tomar precauciones. Además, uno tiene que olvidar sus logros obtenidos y atreverse a probar cosas nuevas”. En 2000, a través de la sugerencia de una empresa comercial de Zhejiang, Wang se enteró de que Egipto tenía ricos recursos minerales y una larga historia del procesamiento de rocas, aunque las técnicas de producción era relativamente atrasadas. Posteriormente, se dio cuenta del gran mercado potencial de la hoja de sierra de diamante en Egipto e importó una cantidad de productos de China. Los productos se vendieron rápidamente. En tan solo un año, Wang Hu dominó el mercado y ganó su primer millón.
Después de conocer el mercado de roca de Egipto, Wang Hu comenzó a trabajar en su procesamiento y construyó su planta en el país. Introdujo tecnologías, equipos y profesionales avanzados de China al sector local. Capacitó a los empleados locales, reemplazó los equipos viejos y estimuló a otros empresarios para que emprendieran en Egipto. Actualmente, el 60% de los actores del sector son chinos, gracias al primer intento de Wang Hu.
Wang Hu advirtió que él no era una persona conformista. Después de conquistar el rubro de la roca, comenzó a explorar otras industrias y finalmente, optó por la producción de hierro y acero. “Como el gobierno egipcio tiene escasez de energía eléctrica, siempre colocaba barreras a las plantas de acero debido a su alto consumo de energía, su baja eficiencia y su alta contaminación. Por eso, es difícil tener una planta de acero en Egipto. Tan sólo el permiso puede costar hasta 200 millones de libras egipcias”. Ante dicha dificultad, Wang Hu no se rindió. En cambio, a través de una buena preparación y una serie de negociaciones, Wang Hu logró convencer al gobierno egipcio a través de la cantidad de empleos que generaría y la solución a la deficiencia energética del mercado y consiguió el permiso de operación. “Entonces, partimos oficialmente con la producción de hierro y acero en Egipto. En Egipto, sólo existen 10 empresas con permiso para la producción de acero y la nuestra es la cuarta más grande. Estamos tratando de estar entre las primeras tres lo antes posible”, nos contó Wang Hu.
En los últimos años, según las demandas del mercado local, Wang Hu ha ajustado los negocios de la empresa y ha formado una estructura principal dedicada a la producción de hierro y acero, el procesamiento de rocas, el comercio internacional y la explotación minera, con el fin de satisfacer las demandas del mercado egipcio y profundizar la cooperación económica y comercial entre ambos países.