spanish.china.org.cn | 31. 10. 2017 | Editor:Claudia Leng | [A A A] |
Por Rebeca Phang Especialista en asuntos internacionales
El primero de julio de 1997 Hong Kong dejó de pertenecer al régimen británico y regresó a China. Ese mismo año se estableció la Región Administrativa Especial de Hong Kong regida por la denominada Ley Básica y su principio rector “un país, dos sistemas”.
La idea era preservar los valores fundamentales de la sociedad hongkonesa y, al mismo tiempo alentar una reunificación pacífica con la madre patria. Para ello se puso en marcha un novedoso sistema con base en la Constitución china que otorga un grado de autonomía sin precedentes a la ciudad con facultades judiciales, administrativas y legislativas independientes, pero con, un ejercicio pleno de soberanía del Gobierno Central chino en defensa nacional, asuntos diplomáticos y nombramiento del ejecutivo y altos funcionarios.
Algo que comenzó como un experimento, rindió sus frutos y se mantuvo vigente a lo largo de 20 años, tanto así que el mismo presidente chino, Xi Jinping, lo catalogó como “un gran éxito” en abril de este año.
Pese a los numerosos desafíos sorteados, llámese la crisis asiática que irrumpió el mismo año de su retorno, el brote del virus SARS en 2003 o la crisis financiera mundial de 2008, la región sigue siendo hoy por hoy un importante centro internacional de finanzas, transporte marítimo, comercio y logística; libre y competitiva.
En 20 años, los lazos entre la Región Administrativa Especial de Hong Kong y China se han estrechado significativamente en todo sentido y su presencia ha sido clave en el proceso de reforma y apertura al exterior del país, sirviendo de nexo entre la parte continental y el mundo.
De igual forma, hoy en día Hong Kong se beneficia del acelerado avance económico del país y, en especial, de sus grandes iniciativas de desarrollo enmarcadas en su plan de estrategia nacional: La Franja y la Ruta, la internacionalización del RMB y su integración con la provincia de Guangdong y la región de Macao.
Hong Kong aprovechará la red de inversión en infraestructura que se tiende en el campo de acción de la iniciativa de la Franja y la Ruta con alianzas estratégicas, tanto con sus pares del continente para salir al exterior, como con socios internacionales en proyectos que se desarrollen en China continental. En ese sentido, las ventajas comparativas de ambas partes saldrán a relucir y cada uno aportará lo mejor de sí para lograr el progreso de la nación china.
Asimismo, formará parte del gran proyecto de desarrollo conjunto entre diferentes ciudades de la provincia de Guangdong y Macao. En ese aspecto, la imponente obra de infraestructura: el puente Hong Kong -Zhuhai –Macao cumplirá un rol preponderante en facilitar en gran medida el intercambio de personas, bienes y servicios.
Sin embargo, no todo es color de rosa, existen problemas que aún enfrenta la región y que requieren un esfuerzo conjunto en los próximos años de cara a su superación. Con todo, el futuro es promisorio y solo la unidad y determinación del pueblo chino podrán despejar cualquier incertidumbre.