Solía ser una herramienta indispensable para empresarios: un portafolio que incorporaba un portal de empresas emergentes chinas. Ahora, las olas se rompen en otra dirección y el próximo gran paso revela que la nueva orientación va hacia la economía compartida.

No obstante, al tiempo que los inversores se apresuran a asegurar sus intereses en las nuevas oportunidades de inversión, hay preguntas que aún permanecen sin respuesta sobre la madurez y la sustentabilidad de la economía compartida en su conjunto.

Empresas florecientes

El hecho de compartir, ya sean bicicletas, automóviles, propiedades o cualquier otro tipo de activos, ha pasado a ser muy popular en muchas áreas urbanas de China, al tiempo que las personas buscan que sus vidas sean más relajadas y que registren un mayor ahorro de recursos.

Un informe reciente revela que cerca de 600 millones de chinos en 2016 fueron parte de un sistema para compartir, lo que significa que casi la mitad de la población de China está involucrada parcialmente en esta actividad.

El volumen comercial de la economía compartida se duplicó anualmente en 500 mil millones de dólares, según un informe publicado por el Centro de Información Estatal

La economía compartida crecerá a una tasa anual promedio de 40 por ciento en los próximos cinco años y participará en más del 10 por ciento del PIB nacional para el año 2020, proyecta el informe.

Atraído por el potencial del gigantesco mercado, el capital ha sido depositado en sectores como el de las bicicletas compartidas. Más de 12 mil millones de yuanes se invirtieron en la locura sobre dos ruedas de los últimos seis meses, según estimaciones de la firma Yuan Pu Investment con sede en Shanghai.

Como resultado, la cadena industrial en su conjunto ha recibido los beneficios de marcas de prestigio, empresas de tamaño mediano y de pequeños negocios. La firma de consultoría en línea, iResearch, declaró que Mobike, empresa orientada a las bicicletas compartidas, registró 7 mil 693 millones de usuarios activos por semana del 20 al 26 de febrero.

Las bicicletas compartidas de China buscan formas de extenderse en el extranjero. El 21 de marzo, Mobike lanzó en Singapur su primera oficina con sede en el exterior de China; ese mismo día, ofo, otra importante miembro del rubro en China, incorporó bicicletas de velocidades en las calles de la ciudad estado.

Realidades y proyecciones

Los beneficios de compartir son obviamente tanto económicos como medioambientales.

El modelo de empresas emergentes, no obstante, no está libre de controversias debido al uso cuestionable y al desecho de activos compartidos, al igual que las experiencias divergentes de los jugadores del mercado.

Para los vendedores de bicicletas, las proyecciones son mixtas. Los vendedores que se enfocan en bicicletas deportivas y de carreras están felices de que las bicicletas compartidas promocionen estilos de vida saludables, no obstante miles de vendedores están preocupados de cómo gestionarán sus empresas en un mercado que cambia rápidamente. El fracaso y la falta de regulaciones coexisten en el creciente mercado de las bicicletas compartidas, declaró Gao Peng, un investigador de la Sociedad de Finanzas Públicas.

“La economía compartida funciona en una zona gris legislativa y de regulaciones”, declaró Chen Chi, presidente y director general de la firma de alojamiento compartido con sede en Beijing, AirBnB.

“Si una persona comparte su casa, ¿qué ley regula las transacciones y qué institución supervisa? Actualmente, estas preguntas aún no tienen respuesta”, declaró.

Tian Hongqi, vicepresidente de la Academia de Ingeniería de China, declaró que debido a que las empresas orientadas a compartir eran nuevas en China, había temas sensibles relacionados a la infraestructura crediticia y la información.

Una de las medidas efectivas para superar estos problemas, sugiere Tian, es edificar un sistema unificado en donde toda la información crediticia pueda tener una referencia y se pueda compartir.

Otro enfoque sería establecer un servicio de crédito y sistemas de monitoreo para los usuarios, opina Tian.

En seguimiento de las quejas de los usuarios, las asociaciones de bicicletas en China produjeron un borrador de lineamientos el jueves pasado para regular la industria. Encabezados por las asociaciones de bicicletas de Shanghai y de Tianjin, el borrador ha pedido el consejo de los grandes fabricantes de bicicletas de China y de compañías que comparten bicicletas, incluidas Mobike y ofo. En ella está integrados estándares de producción, operación y mantenimiento de bicicletas compartidas.

Más que un negocio

Las empresas orientadas a compartir se han ganado el apoyo del público y cada vez más industrias exploran cómo poner en práctica el modelo de sus negocios. Hay una relación tajante entre plataformas en línea, empresas y sectores gubernamentales que alientan la innovación.

“Continuaremos apoyando y guiando el desarrollo de la economía compartida para procurar más eficiencia y conveniencia a nuestra gente”, reza el Informa sobre la Labor del Gobierno, publicado a inicios de marzo.

El gobierno formulará regulaciones que alienten la innovación y será tanto tolerante como prudente, dice el informe. Compartir, más que le meta de generación de dinero, es también importante para la gobernanza global a ojos de los dirigentes chinos.

China ha establecido un portal global de asociaciones, ofreciendo un entorno externo favorable y apoyo estratégico para el desarrollo de China, indicó el canciller Wang Yi.

Mientras, el país ha hecho impresionantes logros para impulsar el desarrollo inclusivo, ayudando a países, especialmente a aquellos en vías de desarrollo, para compartir así los frutos del desarrollo.

La iniciativa de la Franja y la Ruta, por ejemplo, marcará un nuevo capítulo de apertura y cooperación de beneficio compartido en el mundo. En una palabra, compartir, sin importar a qué nivel sea, pondrá a prueba la sabiduría y la responsabilidad de aquellos involucrados.