Xiao Yao, uno de los innumerables emprendedores en China, nació en el seno de una familia tradicional, pero, según cuenta, su mente siempre estuvo abierta a la aventura. Probó suerte en diversas ciudades chinas y cada fracaso en diferentes sectores resultó en una lección de vida. Gracias a la acumulación de conocimientos teóricos y experiencias prácticas en el ámbito del Internet, logró fundar su propia empresa, la cual ahora ya está encaminada y crece rápidamente.