Con el negocio, Xiao Wu y su esposo están muy ocupados, tienen que trabajar durante el día y los niños pasan al cuidado de los abuelos. Antes del nacimiento del segundo bebé, Xiao Wu creía que su hijo estaba muy solo en casa ya que siempre lloraba cuando se separaba de él. Pero ella no podía hacer nada y lo dejaba, se sentía mal pues podía escucharlo llorar y ella también lloraba. Dos meses después de nacer el segundo bebé, Xiao Wu volvió al trabajo. Desde entonces, el niño le promete que acompañará a su hermanita y ambos niños juegan alegremente.
Al ser una pareja de la generación nacida en los años 80, Xiao Wu y su marido pueden trabajar en lo que deseen junto a sus hijos. La vida es dura pero llena de gozo, así dejan constancia los nombres de los niños, KaiXin y Mei Tian, nombres cargados de buenos deseos para toda la familia.