Las vacaciones por la Fiesta de la Primavera todavía no habían finalizado cuando los Zhang (seudónimo) decidieron regresar a Beijing con su hijo de dos años y medio Bei Bei para que este pueda empezar el jardín infantil. Además debían limpiar la vivienda que habían alquilado cerca de la guardería, finalizar con la renta de su propia propiedad y lidiar con otros asuntos importantes.

La madre, Xiao Zhang, es originaria de Dezhou en Shandong, y su marido viene de Shijiazhuang en Heibei. Dos de las provincias con mayor población del país. Incluso durante la política de planificación familiar de “hijo único”, hubo casos en los que se superó el límite y los Zhang son un ejemplo de ello: cada uno tiene un hermano y una hermana menores.

Durante la Fiesta de la Primavera, las familias grandes se reúnen y el ambiente es bastante festivo. Frente a ello Xiao Zhang no puede dejar de pensar que quizás otro niño puede alegrar un poco más su hogar de 3 integrantes.

Su inquietud no es algo raro. Desde que se modificó la política y se agregó la posibilidad de un segundo hijo el 1 de enero de 2016, el tema es muy popular entre amigos y colegas.

Cuando Xiao Zhang visitó a sus parientes durante el Año Nuevo Chino o Fiesta de la Primavera, sus tías le preguntaron: “¿Cuándo tendrás el segundo bebé?”. Ella también lo había pensado, cada vez que su hijo no tiene con quién jugar, le vienen recuerdos de su infancia junto a sus hermanos. Los padres y los juguetes no pueden llenar el vacío de la soledad. “Si Bei Bei tuviera un hermano o hermana”, piensa, pero esta idea choca con la realidad porque su situación actual no le permite agrandar a su familia.

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