Para Xiao Hua, de 31 años, el 2014 fue muy especial porque nació su segundo bebé. Ella y su marido recibieron al nuevo integrante del hogar con los brazos abiertos y la familia no podía contener el gozo.

Con el fin de la política del “hijo único” tras 30 años de aplicación, cada día son más las parejas que como Xiao Hua y su esposo deciden tener un segundo vástago, pero ¿cuáles son las aspectos positivos y negativos de esta nueva adición? Xiao Hua compartió con nosotros las experiencias vividas en estos últimos años.

Sin arrepentimientos pero con preocupación

Xiao Hua y su marido son ambos hijos únicos y durante su crecimiento sintieron la soledad. Por eso, para ellos, el tener a un segundo bebé era una decisión irreversible. “Estábamos convencidos de la necesidad de un segundo hijo, además queríamos que no haya una diferencia muy amplia de edades entre ellos. En cuanto al género, no teníamos ninguna preferencia, lo importante es que fueran dos para que pudieran acompañarse”, explicó Xiao Hua. Su decisión tuvo el respaldo de los mayores de la familia quienes mostraron su disposición a ayudarlos en el cuidado del futuro bebé.

Sin embargo, pese a estar seguros de la opción, los problemas no eran pocos. Por aquel entonces su hija tenía 3 años y estaba al cuidado de los abuelos. A la pareja le preocupaba que un segundo bebé significara una mayor carga para ellos. “Afortunadamente ahora todo marcha muy bien e incluso tenemos la oportunidad de viajar con ellos para que se relajen un poco”, sostuvo con alivio Xiao Hua.

El tema del hermano mayor

Para las familias de dos hijos, el tema del hermano o hermana mayor es un punto sensible. Para velar por los sentimientos de su niña, Xiao Hua y su esposo hablaron con ella sobre las ventajas de tener un hermano menor. “En esa época sabíamos que era difícil por eso tratamos de satisfacer todas las necesidades de nuestra hija sin excesos”. Así, la pequeña supo lidiar sin problemas con el hecho de tener un hermanito y después de su nacimiento incluso ayudó a cuidarlo con esmero.

“Sin embargo, cuando crecen comienzan las peleas, pero quizá sea una etapa inevitable en el proceso de desarrollo de ambos”, afirmó sonriente XiaoHua al hablar sobre la relación entre sus hijos.

La felicidad supera las penurias

Actualmente, Xiao Hua trabaja y la carga familiar le obliga a dedicarse con más ahínco a su carrera, mientras que la labor de cuidar a los niños recae en el padre o en la abuela. “Lo siento mucho como madre. Deseo sinceramente tener más tiempo para acompañar a mis hijos, pero elegí trabajar y no tengo otro remedio que verlos al final de la jornada y los fines de semana. Ahora, casi no tengo tiempo para reunirme con mis amigos. Aunque cruzó por mi mente renunciar, el apoyo de mis familiares me alentó a continuar”, apuntó la joven madre.

Pese a lo duro que es, Xiao Hua no se arrepiente de la decisión tomada. “No importa lo arduo que sea, la felicidad de ver a mis hijos crecer alegremente a mi lado supera todas las penurias. Por eso, no me arrepiento de haber tenido un segundo hijo”, reflexionó y añadió: “Lo que me atrae de los niños es la confianza y la dinámica que hay entre nosotros, y en ese proceso yo también crezco”. “Es verdad que la crianza de dos hijos requiere esfuerzos dobles, es por eso que quienes deseen lanzarse a la aventura deben comunicarse bien con sus familiares y contar con el apoyo necesario, de lo contrario, los conflictos serán muchos”, recomendó Xiao Hua.