Al menos 250 personas han muerto por una serie de cuatro ataques suicidas el martes en el norte de Iraq, y que involucraban a cuatro camiones cisterna.

El ataque tuvo lugar en la provincia de Nínive, 60 millas al oeste de Mosul, y tenía aparentemente en el blanco a una minoría kurda, la secta yezidi.

La explosión además causó fuego en varios edificios cercanos. Este ataque es uno de los peores ocurrido en 2007 por la insurgencia en Iraq.

Esta secta tiene una religión preislámica, aunque venera mayoritariamente a un arcángel Malak Taus, a pesar de respetar a profetas bíblicos y coránicos, entre ellos Abraham.

Este ataque ha sido calificado como uno de los peores en Iraq durante más de cinco años.

El peor ataque en singular este año ocurrió el 7 de julio, cuando cerca de 150 personas murieron y otras 200 resultaron heridas tras detonar un auto bomba en Amerli.