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spanish.china.org.cn | 07. 12. 2014 | Editor: Ara | [A A A] |
Un nuevo acuerdo climático mundial por firmarse el próximo año en París debería abarcar todos los elementos fundamentales y ser efectivo a lo largo de 10 años, declaró el jueves el subjefe de la delegación de China en los conversaciones de la ONU sobre cambio climático celebradas en Lima, Perú.
Su Wei, el negociador en jefe sobre clima del país, declaró que China mantiene una posición abierta en los asuntos finales que encaminen al acuerdo de París: “será un “protocolo” o algo más que contenga una fuerza legal”, explicó.
“Primero debemos determinar la sustancia, y posteriormente debemos dejar que la sustancia determine a la forma”, explicó Su.
El acuerdo debe responder a todos los elementos clave, incluida la mitigación, la adaptación, la financiación, la transferencia de tecnología y la transparencia, añadió.
Las conversaciones iniciaron el lunes y se celebrarán hasta el 12 de diciembre.
China favorece un compromiso de 10 años, en lugar de uno de cinco años, porque establece más responsabilidad al mercado, explicó Su, debido a que un compromiso de cinco años podría resultar en un lapso muy largo para las negociaciones.
“Aquellas acciones serán facilitadas por los mecanismos del mercado” indicó Su, quien también es director general del departamento de cambio climático de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma.
La agenda de la conferencia de Lima hace un llamamiento a los países a contribuir al acuerdo de 2015 en la forma de “contribuciones determinadas a nivel nacional” (INDC por sus siglas en inglés), a principios del próximo año.
China está preparando sus INDC y planea revelar un paquete de acciones posteriores a 2020 en la primera mitad de 2015, aún cuando hará esfuerzos para presentarlo en una fecha anterior”, indicó Su.
El mes pasado, en un anuncio conjunto con los Estados Unidos, Beijing dijo que trabajaría para que las emisiones alcancen su nivel más alto en 2030. Es la primera vez que China ha establecido una fecha. Los Estados Unidos anunciaron que buscarían disminuir sus emisiones del 26 al 28 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el año 2025.
Más allá de las metas anunciadas, Su declaró que otras metas orientadas marcadamente para reducir la intensidad del carbón y para impulsar la conservación forestal estarán incluidas en el paquete.
El anuncio hecho por los dos países no necesariamente opaca la distinción entre países desarrollados y en vías de desarrollo, aclaró.
“No es un anuncio de acción conjunta, ni un anuncio de objetivos conjuntos. Es un anuncio conjunto de acciones independientes para ponerse en vigor en el periodo posterior a 2020”, explicó Su. Indicó que un efecto del anuncio ha sido vigorizar las conversaciones sobre el clima.
Otra decisión clave para alcanzarse en las conversaciones de Lima tiene relación con la financiación. Un total de 9 mil 700 millones se han colocado en el Fondo Verde para el Clima de la ONU; no obstante, eso “esta lejos de ser el requerido”, aclaró Su. Los países desarrollados prometieron movilizar 100 mil millones de dólares anuales en apoyo a los países en vías de desarrollo para 2020.
“10 mil millones de dólares son sólo una décima parte de ese objetivo, y no tenemos allanado un mapa de ruta o una idea de cómo se cumplirá esa meta”, mencionó Su.
Reconoció que “no es una buena noticia” si Australia rechaza ofrecer dinero para el Fondo. Australia ha anunciado que continuará apoyando a naciones insulares pequeñas de sus propios recursos en lugar de hacer donaciones al Fondo de la ONU.
La adaptación es otro punto de la agenda de Lima
“Queremos poner la adaptación en el mismo nivel que la mitigación. El impacto del cambio climático no está en el futuro, está sucediendo ahora”, dice Su.
Este año está en el registro de ser uno de los más calurosos, reveló el miércoles la agencia del clima de la ONU.
Su pidió a los delegados de Lima a acelerar el proceso y a comenzar con las negociaciones reales. Añadió que hay un consenso general en los países en vías de desarrollo para “poner sobre las pantallas los textos redactados”.
Si se pone o no sobre las pantallas es un tema que ha detenido las conversaciones de Lima, observan los analistas. En los últimos tres días, muchos países en vías de desarrollo pidieron que los textos de los borradores, incluidos los asuntos relacionados a los acuerdos de París de 2015 fueran puestos sobre pantallas. Los países por consiguiente harían cambios a los textos al tiempo que presentan sus propuestas.
No obstante, dos copresidentes de los grupos de trabajo manifestaron su intención de continuar con lo que se había hecho el año pasado: escuchar los comentarios y las propuestas hechas por los partidos y posteriormente producir nuevas versiones a los borradores de las decisiones.