El tren bala se demora dos horas entre Shanghai y Ningbo.

Palacio Shang

Shangri-La Hotel, Ningbo

Bolas de arroz glutinoso

Comer solo es algo común para los cronistas de comida, pero mi comida a solas en la mesa de una restaurante chino en el Hotel Palacio Shang resultó una sorpresa inusual y agradable.

Un camarero, que obviamente sintió pena por mi y asumió que estaba avergonzado por estar sentado ahí solo, llegó a mi mesa con un tazón de tangtuan.

Debe haber pensado que uno de los platos más célebres de Ningbo me alegraría, y en verdad que sí lo hizo.

El Tantuan consiste en bolas de arroz glutinoso con rellenos de pasta de sésamo. La versión que sirven en el Palacio es la mejor que he probado. La piel glutinosa tiene una delgadez perfecta, y un relleno con osmanthus hace a este bocadillo aromático y terso.

Al siguiente día, embelesado por este descubrimiento de sabor, acordé una entrevista con Fred Zhou, cocinero en jefe del restaurante del Palace. A diferencia de los chefs que guardan celosamente sus secretos, Zhou estaba más que contento de hablar conmigo sobre sus especialidades culinarias.

El tantguan, me dijo, es hecho a mano y usa ingredientes frescos desde el principio hasta el final.

“Solamente a mano puedes moler el arroz glutinoso hasta alcanzar la textura correcta de la harina para formar la piel”, me explicó. “Todos los rellenos también son frescos y están hechos a mano, incluida la concentración de la manteca para freír las semillas de sésamo negro”.

El restaurante incluso tiene una mesa del chef en donde los comensales pueden observar la forma de preparar el tangtuan.

Zhou asegura que su restaurante es considerado uno de los lugares más finos de Ningbo por su esmero y detalle para crear y dar forma a la comida.

Su plato estrella es el tofu cocinado con brotes secos de bambú, cerdo en conserva y repollo. El tofu es elaborado en el restaurante; tiene un aroma intenso a soja y una textura firme. Se dice que la receta se originó en la antigua china en una aldea cerca de Ningbo.

El pastel de arroz glutinoso frito con cangrejo es también una elección popular en el menú. Dice que usa un aderezo hecho a mano de frijoles fermentados para conseguir un sabor distintivo. Al emplear recetas tradicionales, Zhou ha añadido su propio toque especial. Por ejemplo, la carne de cangrejo es mantenida en la concha para conservar mejor el jugo de la carne. El cangrejo y el pastel de arroz son finamente cortados para crear una superficie que absorba la salsa.

En climas más fríos, la cacerola de rabo de toro de Zhou no se puede dejar de degustar entre estos platos. Por tradición, el vino tinto se añade para deshacerse del sabor concentrado del rabo, pero Zhou ha reemplazado eso con un licor casero hecho de bayas con el que da a la salsa un sabor más intenso y con un sabor frutal.

Los amantes de las verduras quedarán encantados por el kaocai del restaurante local, que se traduce literalmente como “verduras a la parrilla”. En realidad, las verduras no están exactamente asadas, sino que se les somete a una cocción muy lenta. El repollo chino en salsa de soja dulce llega hasta la mesa con un sabor jugoso y suculento.

Incluso antes de que el primer tiempo se sirva, los comensales pueden disfrutar de cacahuetes fritos con cubierta de algas, que son parte de los aperitivos.

Costo promedio por persona: 200 yuan ($32.6 dólares de EEUU)

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