Automóviles chinos ganan los corazones de la nueva clase media de Brasil

 

Cuando el gerente de ventas Wellington Antunes llegó a la agencia distribuidora de autos chinos Chery, situada en una transitada calle de Río de Janeiro, vio que varios clientes ya estaban formando cola en el exterior. Eran alrededor de las nueve de la mañana

Mientras Antunes se preparaba para empezar sus actividades, varias chicas entraron en la tienda y de inmediato fueron atraídas por el modelo QQ. Se apresuraron a entrar en el vehículo para verlo de cerca. Sus padres las siguieron y comenzaron a hojear los atractivos folletos de promoción.

"Cuando llego al trabajo todas las mañanas presencio esas escenas", dijo Antunes.

VOZ DE CHINA EN MERCADO BRASILEÑO DE AUTOS

La agencia distribuidora de autos chinos Chery se encuentra en Botafogo, un distrito histórico y de moda en Río de Janeiro, la segunda mayor ciudad de Brasil.

En Botafogo, las calles son muy transitadas durante todo el día. En las cercanías se encuentra un club de yates, así como un centro comercial lleno de cafés aromáticos. Sin embargo, para los nuevos miembros de la clase media de Brasil, las decenas de agencias distribuidoras de automóviles son más interesantes.

La distribuidora Chery de China se encuentra cerca de la intersección más concurrida de Botafogo, una ubicación inmejorable.

Durante el tránsito diario, cualquiera que viaje de los vecindarios cerca de la playa al centro de la ciudad puede ver el atractivo logotipo de Chery.

Muchas de estas personas ya son propietarias de modelos Chery o de otras marcas chinas.

Cuando el tráfico lo permite, los clientes más antiguos incluso se detienen para saludar a Antunes y a sus colegas.

En Brasil, la economía emergente más grande del hemisferio sur, la presencia en las calles de vehículos de fabricación china es relativamente nueva. Pero en pocos años las marcas se han convertido en conocidas prácticamente por todos los brasileños.

Al caminar por el centro de la ciudad de Río o Sao Paulo, o por ciudades más pequeñas como Recife y Salvador, se puede observar ocasionalmente a un hombre bien parecido al volante de un veloz SUV Chery o una mujer elegante manejando su colorido Lifan o JAC.

El volumen de ventas de la distribuidora Chery definitivamente está entre los más altos de Botafogo, dijo Antunes lleno de orgullo a Xinhua.

El hombre encendió una computadora para mostrar un foro de discusión llamado Club Chery, donde los propietarios de autos Chery y aficionados de todo Brasil comparten sus experiencias e intercambian consejos sobre la conducción y el mantenimiento del automóvil.

"Precio bajo, bajo consumo de combustible, largo periodo de garantía, confort y seguridad, son algunas de las ventajas de Chery", afirmó Antunes.

Chery y otros vehículos fabricados en China están dirigidos principalmente a la pujante clase media de Brasil.

Los brasileños se han beneficiado de la creciente fortaleza económica nacional de los 10 últimos años. Su calidad de vida ha mejorado significativamente y más de la mitad de la población del país ahora pertenece a una sólida clase media.

Como resultado, más y más familias cuentan con el poder adquisitivo para comprar su primer automóvil.

Los autos chinos entraron en el mercado brasileño justo en el momento apropiado, y muchas de sus características los hacen irresistibles, incluyendo un precio promedio de 20.000 dólares, eficiencia de combustible, periodos de garantía muy superior al promedio de la industria y diseños interiores y exteriores al gusto del cliente. Además, tienen todas las medidas de seguridad requeridas por las normativas locales.

"A los consumidores brasileños les interesa mucho la función y la durabilidad, es por eso que los autos chinos realmente satisfacen sus demandas", explicó Antunes.

Por ejemplo, el pequeño refrigerador para mantener las bebidas frías que tienen muchos modelos de autos chinos tiene especial atractivo para los brasileños que aman la playa, agregó.

Según cifras del Ministerio chino de Comercio correspondientes a 2011, las exportaciones de automóviles de marcas chinas superaron los 10.000 millones de dólares, siendo América Latina, el primer destino, en particular Brasil, donde se vendieron más de 100.000 unidades, registrando un incremento de hasta un 312 por ciento interanual.

LA CLAVE ES LA CONFIANZA

Sin importar en qué país se viva, la gran mayoría de los consumidores comunes no son expertos en lo referente a marcas y modelos de automóviles. Casi todo depende de su confianza en la marca.

En el pasado, esa era precisamente la debilidad de los productos chinos.

"¿Cómo puedo lograr que los consumidores tengan confianza en nuestros productos?", fue la pregunta que Fernando Morais, gerente general de la distribuidora JAC en Botafogo, se hizo cuando empezó a trabajar hace unos meses. Pronto descubrió que no había necesidad de preocuparse.

La fachada de vidrio del edificio de tres pisos de la distribuidora JAC Motors brilla con el reflejo de decenas de autos exhibidos dentro y fuera de la tienda. Además, la concesionaria tiene un área de mantenimiento en la parte trasera. En el elegante Botafogo, donde el suelo tiene alta plusvalía, la tienda habla por sí misma.

De acuerdo con Morais, la mayoría de sus clientes brasileños entran en la sala de exhibición con escepticismo, pero sus preocupaciones se desvanecen después de una prueba de manejo.

"Tenemos muchos clientes antiguos. Mucha gente recomendó pruebas de manejo a su familia y amigos. La mercadotecnia de boca en boca se desarrolla con naturalidad", dijo.

Morais y Antunes están de acuerdo en que los productos fabricados en China son muy diferentes ahora.

"En el pasado, pensábamos sólo en aparatos electrodomésticos y juguetes de gama baja cuando pensábamos en productos chinos", dijo Morais.

"Nadie tenía nada bueno que decir sobre la calidad de los productos chinos en el pasado", agregó Antunes. "Esa era la primera impresión que tenían los brasileños acerca de China".

Por otra parte, Brasil y China, alejados geográficamente, casi no han tenido contacto a lo largo de la historia, y hoy todavía están lejos de poder entenderse entre sí.

La impresión de los brasileños sobre China está influenciada en gran parte por los reportes noticiosos y por su experiencia personal con los productos chinos.

En años recientes, gracias a los Juegos Olímpicos de Beijing, a la Exposición Universal de Shanghai y al crecimiento exponencial del comercio y la inversión sino-brasileña, Brasil está teniendo una visión más clara de una China poderosa y moderna.

Los diarios, revistas y noticias de televisión brasileños abordan de vez en cuando la economía china. Como el mayor socio comercial de Brasil y el mercado de exportación más grande de mercancías, China está ligada a los fundamentos de la economía brasileña.

En la actualidad, además de los autos, los teléfonos móviles, computadoras personales, unidades de aire acondicionado y otros productos prestigiosos de alto valor agregado de fabricación china comienzan a aparecer en el mercado brasileño.

"Ahora la sociedad brasileña en conjunto está mostrando más confianza en los productos y marcas chinas, y tal confianza se extiende a toda clase de productos, aunque este cambio apenas empezó a tener lugar recientemente", dijo Antunes.

"La acumulación de confianza en los productos de un país requiere tiempo y debemos promoverla", agregó.

BRASIL DA LA BIENVENIDA A PRODUCTOS CHINOS

Un gran número de ejecutivos de negocios chinos en Brasil coinciden en que la adaptación a las características locales es clave para su éxito.

En realidad, los consumidores brasileños también esperan que las compañías chinas operen en Brasil.

Antunes dijo que la mayor preocupación de los consumidores locales es el compromiso de servicio de largo plazo después de la venta.

El ejecutivo recordó que hace 20 años una marca de autos surcoreana fracasó en Brasil porque no tenía planes para permanecer en el territorio.

Por otra parte, Brasil, a partir de finales de 2011, comenzó a establecer impuestos más altos a los autos importados. Por eso los manufactureros de autos extranjeros se percataron de la necesidad de tener bases de producción en Brasil.

La planta de producción de automóviles Chery, en el estado de Sao Paulo, comenzará sus operaciones el año próximo.

Antunes y sus colegas colgaron una gran fotografía de su base de producción y de su tienda de piezas de repuesto en su sala de exhibición para que los clientes puedan verlas.

Se espera que una planta de JAC Motors se termine y entre en operación dentro de tres años en el estado nororiental de Bahía.

Morais está esperando con ansia ese día.

"Quiero ser el precursor de JAC Motors en Brasil, y ser testigo del desarrollo de la marca en este país, lo cual será mi orgullo", agregó.

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