El emperador Qianglong, hijo del emperador Yongzheng, gobernó el imperio Qing y vivió rodeado de lujos, a diferencia de su padre. Pese a que sus primeros años atestiguaron la continuidad de una era de prosperidad, sus últimos años se caracterizaron por problemas de corrupción que condujeron al declive del imperio. El emperador Qianlong gastó enormes fortunas en obras de arte, y por ello, los productos cocidos en los hornos imperiales registraron el mayor gasto durante este periodo. El emperador Qianlong tenía una disposición por la creatividad y una gran variedad de productos con formas inéditas fueron diseñados durante el periodo de su gobierno.