La iglesia es un legado del arquitecto Hudec y fue restaurada en 2010

El célebre periodista de Beijing, Wang Jun, me hizo una pregunta no hace mucho tiempo, en relación a una biografía que había leído del arquitecto LaszloHudec, ¿Por qué la gente de Shanghai lo quiere tanto y qué hay detrás de este cariño por Hudec?

Conocido popularmente por su éxito editorial “Beijing Record” y por su interminable devoción por la conservación del patrimonio de la capital, Wang despertó su interés por el arquitecto europeo, quien es poco conocido en Beijing, pero ampliamente popular entre las personas de Shanghai.

A principios de este año, Hudec recibió el título de “Símbolo de Shanghai” tras la votación de millones de internautas de chinos. Fue el único extranjero de entre un mar de celebridades chinas.

“El viejo Shanghai de Hudec”, foro de un portal cultural líder de China, Douban.com, ha llamado la atención de más de 2 mil 600 admiradores de Hudec. Conocido en chino como wufen, una abreviatura para los admiradores de Hudec, ellos acuden con regularidad a sus edificios para compartir sus hallazgos.

Nacido en lo que es hoy en día BanskaBystrica, en Eslovaquia, durante el imperio Austro-Húngaro en 1893, Hudec se enlistó para combatir durante la Primera Guerra Mundial y fue hecho prisionero por un ejército de Rusia y enviado a Siberia, cerca de la frontera china, de donde huyó rumbo Shanghai.

Este hombre, graduado de arquitectura, comenzó su propia firma en 1925 y desarrollo el diseño de 53 proyectos, incluido el Park Hotel y el Grand Theater.

Pero tras partir rumbo a Suiza en 1947, este nombre, alguna vez recordado en los anales, quedó en el olvido hasta 2008, cuando el consulado general de Hungría acreditado en Shanghai y los gobiernos locales introdujeron el Año de Hudec.

El ampliamente publicitado evento de un año de duración avivó el interés del público por este arquitecto y su herencia arquitectónica a la ciudad. La creciente fama de Hudec es considerada por académicos locales como un fenómeno cultural al que han bautizado “la fiebre de Hudec”.

Hoy en día, casi la mitad de los edificios de Hudec continúan con las mismas funciones que en un principio, lo que es algo positivo para la conservación histórica.

En los edificios de Hudec de hoy en día, uno puede alquilar una habitación por noche, disfrutar una película o incluso orar. Muchos de los trabajos de Hudec, incluidos “La Casa Verde”, abrirán al público este año una vez que los trabajos de reparación hayan terminado.