El Emperador de Jade o Augusto de Jade es el gobernante del cielo según la mitología china y uno de los más importantes dioses del panteón taoísta. También es conocido por otros nombres más ceremoniosos que se podrían traducir como Emperador Augusto de Jade o Gran Emperador Augusto de Jade. Se le conoce popularmente como Abuelo Celestial.

Según la mitología china, el Emperador de Jade es el gobernante de todos los dioses y está a cargo de todos los asuntos entre el cielo y la tierra. Vive en el palacio celestial y pocos lo han visto. Se trata de un dios muy misterioso. Según los mitos, su identidad verdadera es Emperador Celestial Haotian. Él es uno de los cuatro grandes dioses de la antigüedad.

Haotian creó los dioses

En un principio, el Emperador Celestial Haotian (llamado también Shaohao) era el único dios que existía en el cielo. Él creó a los otros dioses con las frutas del árbol divino. Ese árbol tenía 10 mil años y se encontraba en el centro del cielo. Era la razón por la que el palacio celestial podía flotar en el cielo. Las frutas del árbol tenían efectos divinos y poderosos.

Los cuatro grandes dioses de la antigüedad pelearon para obtener el árbol y Haotian fue quien ganó y, desde entonces, reside en el cielo. Sin embargo, debido a la pelea, la raíz del árbol se dañó. El árbol comenzó a secarse y las frutas comenzaron a caer. Haotian no quería perder las frutas, por tanto, las utilizó para crear a los dioses.

Haotian reconstruyó el palacio celestial

La muerte del árbol originó la separación de la tierra a su alrededor y la isla celestial comenzó a desmoronarse. Haotian se dio cuenta de que, como la raíz del árbol estaba dañada, ésta no podía absorber el poder divino. El poder divino fue absorbido por las frutas y, por tanto, el árbol murió.

Sin dudar ni un segundo, Haotian sacó todas las frutas del árbol. Misteriosamente, el árbol divino resucitó. Sin embargo, el desorden en el cielo ya estaba hecho.

Haotian comenzó a dar a cada uno de los dioses que creó un puesto distinto según el poder que tenía y se presentó como Emperador de Jade, gobernante de todos los dioses. Luego, los dirigió a reconstruir el cielo, haciendo edificios y viviendas. Cuando terminó la obra, la denominó “palacio celestial”.

¿Qué relación tienen el Emperador de Jade y la Reina Madre de Occidente?

Ya sabemos que el Emperador de Jade es el gobernante de todos los dioses y vive en el palacio celestial. Según los taoístas, aunque entre todos los dioses, el Emperador de Jade no es el que más Tao tiene, es el dios más poderoso que hay. Dirige el cielo, la tierra y la humanidad. Además, rige el ciclo de la evolución de todos los seres del universo, la suerte y el futuro.

La Reina Madre de Occidente, también denominada como Madre de Oro, Madre de Oro de Yaochi y Madre Santa de Yaochi era en un principio la diosa de las catástrofes, enfermedades y castigos. Con el tiempo, se convirtió en una diosa dócil con destacadas personalidades femeninas. En el cielo, se encarga de los banquetes divinos y en la tierra, controla los matrimonios y los nacimientos. O esa, trabaja como jefa de relaciones públicas, registro civil y maternidad.

Lo anterior se basa en los registros taoístas. Entonces, desde el punto de vista religioso, esos dos personajes no tienen nada que ver.

Sin embargo, como el Emperador de Jade representa el poder masculino máximo y la Reina Madre de Occidente, el poder femenino máximo, en algunas novelas y leyendas aparecen como matrimonio.

El esposo verdadero de la Reina Madre de Occidente es el “Rey Padre de Oriente” o “Padre de Madera”. Por eso, la Reina Madre de Occidente también se llama “Madre de Oro”. Obtuvo el nombre también porque vive en el Kunlun celeste en el Occidente.