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spanish.china.org.cn | 31. 07. 2014 | Editor: Eva Yu | [A A A] |
El día de la boda (hun qi), una mujer de buena suerte o su cuñada mayor, deberá decir palabras propicias mientras visten a la novia con vestidos rojos, como símbolo de buena suerte, y la peinan con hermosos adornos en la cabeza.
Una vez terminan de arreglarla, le colocan un velo rojo que cubre totalmente su rostro, y la llevan ante sus padres y ancestros para hacerles reverencias como símbolo de agradecimiento y de despedida.
El hombre también es vestido con un atuendo largo y rojo, y alrededor de sus hombros pende una bola de color rojo. Éste debe hacer reverencias a sus padres, arrodillarse en el altar de la familia, y ofrecer incienso al cielo y la tierra. Más tarde su padre le quita la bola roja de los hombros, y se encamina hacia la casa de la novia.
Llegando a la casa, ruidos de tambores y petardos anuncian su llegada buscándola. El novio entra a la casa acompañado de un niño como presagio y augurio de los futuros hijos.
En algunas regiones del país, el novio cena con la familia de la novia y rompe la yema de un huevo hervido, simbolizando la ruptura de los lazos de la novia con su familia. Le son entregados obsequios al novio y disfrutan de su primera cena de pareja, aunque la última en familia para la novia.
Luego la pareja inicia su marcha a la casa del novio, donde éste podrá finalmente descubrir el velo que tapa la cara de su prometida, tras otra serie de rituales de suerte y fertilidad. Ambos rinden homenaje a sus antepasados, al cielo y a la tierra, ante el altar familiar. Tras una reverencia mutua, se consideran ya casados.