El Festival Qixi en Japón

El llamado Festival Tanabata del Japón procede originalmente del Festival Qixi chino y como tal sigue la costumbre y tradición de la “búsqueda de habilidades” (qiqiao), actualmente este festival se ha convertido en una popular e importante festividad del Japón. El Festival Tanabata originalmente se realizaba el día siete de julio lunar, sin embargo luego de la Restauración Meiji (1850-1890), el Japón desechó el calendario agrícola, por lo que este festival comenzó a llevarse a cabo desde entonces todos los años el día 7 de julio del calendario solar.

En el Festival Tanabata del Japón no se suele implorar por obtener el amor, sino se pide para que las muchachas puedan obtener un completo dominio de alguna habilidad especial. Todos los años, en aquellas fechas, siguiendo una tradición que se inició en el periodo Edo (1603-1868), los adultos y los niños japoneses se reúnen para escribir peticiones y poemas sobre tiras de papel multicolores hechas especialmente para este fin; al terminarlas, junto a otros adornos hechos de papel, las cuelgan en un pequeño bambú en las salas de sus casas. A medida que se va aproximando el día del festival, en numerosos lugares, es posible encontrar aquellos árboles de bambú de Tanabata y muchos centros comerciales y supermercados instalan también sus propios árboles de deseos Tanabata. En algunas celebraciones a gran escala de este festival en algunas partes del Japón se realizan grandes competencias de los adornos de bambú; así pues, los niños de los jardines infantiles, escuelas primarias u otras instituciones educativas, así como los empleados y trabajadores de empresas crean sus propios y particulares adornos de bambú, de entre los cuales, después de ser comparados entre sí, se elige a los más especiales para ser exhibidos.

Además de eso, en el verano de cada año, todos los lugares del Japón celebran el anual sacrificio Tanabata (Tanabata matsuri), durante el cual, los hombres japoneses vestidos con trajes tradicionales, bailan, cantan y tocan incesantemente el tambor; en esta fecha las calles y avenidas se llenan de niños y adultos que vienen a mirarlos y a divertirse. Asociado a este sacrificio se realiza anualmente durante el verano un gran espectáculo de fuegos artificiales.