Su construcción se remonta al año 336 d.C, y cuenta con 492 templos decorados con murales que cubren una superficie de 42.000 m², más de 2.500 estatuas pintadas y que conservan miles de escrituras budistas, entre otros materiales preciosos. Situadas en un punto estratégico de la Ruta de la Seda, vía de comunicación y comercio entre Oriente y Occidente, los murales anotan muchos detalles de la historia china, y ofrecen testimonios de los intercambios culturales entre China y otros países. Fueron declaradas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1987.