En la dinastía Tang aparecieron vívidas figurillas de bella cerámica esmaltada tricolor, como la más depurada representación de la antigua China. Las mismas se caracterizaban por la variedad de tonos que reflejaban sus barnizadas superficies y la baja temperatura de su cocción (la cual variaba de 800 a 1.100 grados centígrados). Los llamativos colores de esmalte opaco eran el amarillo, el verde y el marrón, llamados vulgarmente “cerámica esmaltada tricolor de la dinastía Tang” (en chino:唐三彩, pinyin: Tángsāncǎi). Lo cierto es que a estos tres colores se solían sumar el azul y el negro.