Benedetta Tagliabue, la arquitecta del Pabellón de España en la Expo de Shanghai, concedió una breve entrevista a Spanish.China.org.cn en la que nos habló del la idea y el proceso de construcción del “cesto” español.
Según Tagliabue, escogió el tema del pabellón español porque “en una Expo hay que ser muy evidentes y hablar de los temas con mucha fuerza”, y por otro lado, porque expresa muy bien que “estamos en una época muy flexible y España es un lugar que ha sabido adaptarse a muchas cosas y que es muy dinámico”.
En cuanto al material escogido, la arquitecta comenta que “es un material muy bonito y muy natural, que está presente en muchos objetos de la vida diaria”. Además, añade la arquitecta, “tiene la ventaja de que siendo natural también da una sensación muy cálida y una luz muy bonita al interior, además de una buena sombra, sin la cual sería imposible estar dentro del pabellón, es casi como estar bajo los árboles”.
Por otro lado, dice Tagliabue que “ahora en arquitectura se puede experimentar ahora mucho. Estamos en una época en que se avanza muy rápido y se emplean muchos recursos tecnológicos para construir, pero la tecnología nos permite también utilizar materiales que quizá se han olvidado pero que se pueden recuperar y convertirlos en materiales de futuro”. La elección del mimbre es también, por lo tanto, una apuesta de la arquitecta italiana por la unión de tecnología y artesanía, y ella misma asegura que “es el momento de descubrir la posibilidad de utilizar a los artesanos en las obras de tecnología punta, y unir las dos cosas, porque esto le da a la arquitectura una concepción más humana”.
En este sentido, la arquitecta comenta que esto tiene también mucho que ver con la imagen que España quiere dar de sí misma a través de su pabellón, ya que “al pabellón español la modernidad se le nota, salta a la vista que es muy vanguardista”, pero además en él, “se reincorpora la tradición al utilizar un material que esta hecho con las manos y que es muy artesanal”. Por otro lado, tiene que ver con el modelo de ciudad que España quiere proponer, una ciudad “muy abierta a la gente, muy flexible, no impositiva, muy natural”.
Tagliabue, por último, también enfatizó la importancia del mimbre en la tradición española y su papel como elemento puente entre la cultura española y la china, recordando que “España ha vivido del mimbre durante muchos años aunque ahora se va olvidando”, mientras que “en China este material todavía se utiliza bastante en el campo“. El éxito del pabellón cesto y de la utilización del mimbre en este tipo de nuevos proyectos en China lo atestigua el hecho de que el estudio de Tagliabue está ya construyendo en la ciudad de Xi’an unos jardines en los cuales el mimbre es un elemento fundamental, aunque se usa de otra forma, para construir muros.
Sobre el proceso, comenta, todas las placas de mimbre que recubren el recinto se fabricaron en tan sólo 30 días en la provincia china de Shandong, y luego el montaje de la fachada fue muy rápido, aunque por supuesto hubo problemas porque la estructura de la fachada es muy difícil de construir, mientras que el propio recubrimiento de mimbre “parece muy natural pero por debajo tiene muchos cables y conectores”. Sin embargo, nos comenta la arquitecta, esto es normal en cualquier proyecto, porque “las cosas en la realidad son muy diferentes de cómo las imaginas”, pero lo importante es que se pudieron superar con éxito y por eso el pabellón está ahí.