Cuzco fue la capital del Imperio Inca y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú. La palabra “Cuzco” en la lengua incaica quiere decir ombligo, ya que los incas consideraban el lugar como el centro del planeta. La mayoría de las construcciones en Cuzco son de estilo colonial.
Situado en Cuzco, el Coricancha fue el santuario más importante dedicado al Dios del Sol en la época del Imperio Inca. El templo era conocido como “el sitio de oro”, ya que todos sus muros habían sido recubiertos con láminas de oro por los incas. Sobre su estructura se construyó el Convento de Santo Domingo, una sola torre de estilo barroco que sobrepasa en altura a las otras edificaciones de la ciudad.
La gran reputación de las construcciones incaicas en Cuzco no se debe sólo a su belleza y su dureza, sino también a su sobresaliente y peculiar técnica. Lo más increíble es que aunque los frecuentes y violentos terremotos que ha vivido la ciudad han destruido muchos edificios modernos, una gran cantidad de construcciones incas sigue intacta en la meseta peruana.