La historia del ron cubano forma parte inseparable de la historia de Cuba.
Trajo Colón de Islas Canarias, en su segundo viaje las zocas, raíces de caña de azúcar, sin imaginar que con ellas sustituiría al oro que vinieron buscando en esta isla, llamada Cipango por sus aborígenes. En memorando a los Reyes Católicos, escribió: “Las cañas de azúcar segud unas poquitas que se pusyeron han prendido”.