Por YIN HENGMIN*

*Embajador de China en México.

En septiembre de 2010, México va a celebrar una gran fiesta que será la majestuosa conmemoración del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución. Siendo Embajador de China en México, me es muy grato y honorífico expresar al pueblo mexicano mis más calurosas felicitaciones y, al mismo tiempo, compartir su orgullo, felicidad y alegría.

Dos siglos atrás, el padre Miguel Hidalgo y Costilla lanzó el famoso Grito de Dolores, desatando la heroica Guerra de Independencia, que puso fin a la vida de México sometido como colonia de España y le otorgó una nueva existencia como nación independiente. Cien años después, bajo la dirección de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Francisco Villa y otros, el pueblo mexicano se alzaría una vez más en armas para conseguir sus derechos democráticos. De esa lucha nació la primera Constitución mexicana. El movimiento de la independencia y la revolución mexicana son dos acontecimientos históricos que han impreso sus huellas brillantes e indelebles en la historia de la humanidad.

China y México son ambos países con una milenaria historia y una espléndida civilización. Los dos pueblos han compartido vicisitudes y movimientos revolucionarios similares. En 1911, en paralelo a la revolución mexicana, el pueblo chino, bajo la dirección del Dr. Sun Yat-sen, llevó a cabo otra revolución que acabó con la era imperial e inició la época democrática en China.

El 14 de febrero de 1972, China y México establecieron relaciones diplomáticas. De ahí en adelante se ha registrado una época de rápido desarrollo de los intercambios amistosos y de cooperación en los más diversos ámbitos entre ambos países.

Ahora, China y México han establecido una Asociación Estratégica, se han llevado a cabo cuatro reuniones de la Comisión Binacional Permanente, el Programa de Acción Conjunta 2006-2010 está por cumplirse y ya elaboramos el Programa de Acción Conjunta 2011-2015, que servirá de guía a la cooperación multisectorial entre ambos países para el lustro venidero.

Los sucesivos gobiernos mexicanos siempre se han adherido al principio de "una sola china" respecto a los temas de Taiwan y el Tíbet, posición que China aprecia altamente.

Cabe destacar que, hoy, China es el segundo socio comercial de México y México, a su vez, el tercer socio comercial de China en América Latina. Las inversiones recíprocas están en constante aumento. Los dos países también han mantenido fructíferos intercambios y cooperaciones en campos como ciencia y tecnología, comunicación y transportes, medicina tradicional, cultura, educación y deporte.

En el siglo XXI, China y México necesitan aumentar más el conocimiento mutuo, profundizar la amistad entre los dos pueblos, consolidar los mecanismos de diálogo y consulta y ampliar la cooperación en la arena internacional, no sólo por el bien de nuestros dos países, sino también por el bien del mundo.

Antes de finalizar, quiero destacar el importante papel que ha jugado la revista China Hoy, versión en español, en difundir informaciones sobre China entre sus cientos de miles de lectores en los países de habla hispana. Gracias a esta revista, el mundo hispano ha conocido puntualmente lo que pasó y lo que está pasando en China. No es nada exagerado decir que China Hoy ha construido un puente de conocimiento y amistad entre China y el mundo exterior. ¡Enhorabuena China Hoy!