México y China 2010: Hacia una relación más equilibrada y próspera

Por AMAPOLA GRIJALVA *

* Lic. Amapola Grijalva Vega, Economista y Socia Directora de WORLD TRADE CONSULTANTS GROUP. Desde 1988. Vicepresidenta de Comercio e Inversión de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China.

 

 

En este año 2010 se celebran 38 años de las relaciones entre nuestros dos países. En estos años, han sido muy importantes los esfuerzos realizados y los medios e instrumentos que se han creado para acercar a los dos pueblos.

Desde 1973, México y la R.P. China han suscrito un total de 42 pactos bajo la forma de Convenios, Acuerdos, Memorándums de Entendimiento, Programas y Protocolos. En el área económica son un total de 18 y abarcan temas como comercio, banca, doble tributación, propiedad intelectual, agricultura, energía, transporte, turismo y telecomunicaciones; en el ámbito de la lucha contra el crimen, son tres, incluido el tratado de extradición que espera su ratificación; para la protección de la salud y el desarrollo social, otros siete; en el tema de la cooperación científica y académica, incluidos los deportes, disponemos de ocho convenios más, y, finalmente, el resto se refieren a asuntos consulares y al establecimiento de la Comisión Binacional Permanente.

Todos los instrumentos de cooperación y coordinación política firmados han contribuido, sin duda, a mejorar la interacción y el intercambio. La balanza comercial desfavorable para México y la competencia de ambos países por asumir el liderazgo en la exportación hacia Norteamérica y otros mercados centrales han generado fricciones que construyen un ambiente de poca apertura y alta sensibilidad, a veces negativa, hacia los temas de China en México.

Mientras que en América Latina, otros países avanzan significativamente en su vinculación económica con China y están construyendo las bases de una relación de mercado abierto, México, que es líder en otras materias, se ha rezagado en ese proceso. Particularmente, al no otorgar a su segundo socio comercial el reconocimiento de economía de mercado y al no impulsar con fuerza una más ambiciosa relación comercial y competir en China por su mercado.

México, por su historia y por su ubicación geográfica, fue un puente entre China y Europa durante los siglos de la Colonia Española y, hoy, en tiempos de agotamiento del modelo neoliberal, debe convertirse en una plataforma privilegiada de interconectividad con todo el continente americano. Sus productos son de excelente calidad y sus precios son competitivos y, en los últimos 16 años de vigencia de una política de mercado abierto, la oferta de artículos exportables reporta un nivel de sofisticación creciente; al mismo tiempo, México tiene una amplia oferta de recursos naturales que garantizan su crecimiento, así como mano de obra calificada con capacidades que combinan la buena factura, el gerenciamiento eficiente y la creatividad.

China es un país que ha mostrado al mundo que es posible crear riqueza y capitalizar una economía presionada por su gran población, dando pasos firmes con flexibilidad y/o con gran disciplina, pero con un esfuerzo consistente y sostenido durante 60 años. China emergió de la miseria gracias a la Revolución, y hoy muestra al mundo su impresionante potencial y su capacidad de influir sobre las decisiones que marcarán el rumbo del planeta: el cambo climático, las finanzas y el comercio internacionales, la creación y apropiación de tecnología y el desarrollo sustentable. Sin embargo, los retos para alcanzar un progreso sostenible en el largo plazo son los mismos que enfrentan los países en desarrollo.

Por lo anterior, creemos que una relación equilibrada, complementaria, próspera y de largo plazo con el gigante asiático es posible y que, para construirla, se requiere un cambio de visiones y perspectivas. México tiene todas las condiciones para jugar un rol de complementación en el proceso de desarrollo industrial y comercial de China en su aterrizaje en América Latina y el Caribe.

En este año 2010, se han conjuntado una serie de eventos que colocan la relación con la República Popular China en un punto central de la atención pública. Quiero destacar:

1. La Expo Shanghai 2010, con una afluencia de personas que rebasa todo lo esperado y con la participación más grande de países en un evento similar. En particular, alrededor del pabellón de México, Gobiernos y empresarios han desplegado una iniciativa de promoción de comercio e inversión sin precedentes y esperamos que rinda buenos frutos.

2. El Primer Foro Ciudad de México – Beijing: Hacia una relación de largo plazo, auspiciado por el Gobierno del Distrito Federal y el Cechimex de la UNAM, con la asistencia de funcionarios y especialistas de ambas metrópolis. Esto se suma al esfuerzo de ambas ciudades hermanas por impulsar un mayor intercambio en materia de tecnología, turismo, cultura, inversión, administración urbana y transporte público.

3. Los días 29 y 30 de julio pasado se reunieron los cancilleres de ambos países en el marco de la Comisión Binacional Permanente, establecida en el año 2004, con el objetivo de intercambiar y analizar los temas más importantes de la relación bilateral a través de subcomisiones temáticas. Entre las conclusiones, destaca la firma de un Programa de Acción Conjunta hasta el año 2015, que abiertamente celebramos con la esperanza que se ejecute puntualmente.

En la Cámara creemos que es necesario impulsar la concreción de proyectos y por ello nos enfocamos a facilitar y asesorar a las empresas que van y vienen de Mexico a China y viceversa.

Creemos en las asociaciones, por eso en nuestro logo se lee meng (盟), que es el caracter chino para “alianza”, y está dispuesto sobre un mar que nos une y que es concebido como un océano de posibilidades.

Nuestros socios fundadores son las empresas que han decidido cruzar ese mar para crear negocios, utilidades, oportunidades y perspectivas de desarrollo futuro, con una filosofía de leal competencia, prácticas comerciales uniformes, complementación económica y creación de soluciones tecnológicas avanzadas para las necesidades de nuestras sociedades. Destacan entre ellos: HSBC, Opple Lighting, ZTE, Huawei, Grupo Salinas, Grupo Minero México, Deloitte, Grupo de Válvulas Worcester, World Trade Consultants Group, Santa Marina y Steta, Goal-Itrans, Globex, Grupo Braniff, Club de Industriales, Cuadro Data o Aeroméxico, entre otras.

Dentro de nuestro Consejo Consultivo sobresalen actores políticos, analistas y funcionarios muy influyentes, así como líderes de organizaciones hermanas y de medios de comunicación. Entre estos últimos, se distingue la revista China Hoy, que ha dado un gran impulso a nuestras iniciativas y proyectos.

Sabemos que los retos de una relación creciente tienen que ser afrontados de manera coordinada e incluyente, por ello, la Cámara está trabajando para una asociación estratégica con Proméxico, CCPIT y COMCE, así como con los miembros de la comunidad china en México, para organizar, bajo el auspicio de los Gobiernos de ambos países, la Primera Cumbre de Negocios México-China.

La primera reunión preparatoria de la Cumbre se ha realizado paralelamente a la reunión de la Comisión Binacional Permanente y fue muy exitosa. El propósito más importante de la Cumbre será debatir sobre las rutas para crear una Alianza para la Prosperidad y el Desarrollo Sustentable. En esta reunión de alto nivel, se debatirán todos los temas que están impidiendo más y mejores relaciones entre nuestros países, e intervendrán los líderes políticos, sociales y de medios de comunicación, destacados parlamentarios y los responsables de las empresas que invierten en China y en México, como actores fundamentales de un diálogo abierto, que permita discutir sobre cuáles son las condiciones óptimas para el desarrollo de proyectos comerciales y de inversión.

Una mayor vinculación y equilibrio en la relación con China es la prioridad de nuestra organización. Creo interpretar correctamente las visiones de los miembros al concluir que debemos dejar atrás lo que nos separa para buscar el profundo conocimiento mutuo y la cooperación efectiva. Es urgente crear las condiciones propicias para que nuestras relaciones se liberen de viejas trabas y las empresas de ambos lados de la ecuación sino-mexicana se encuentren, se asocien, se desarrollen y prosperen en un nuevo capítulo de apertura y complementación económica, comercial y financiera, poniendo la mira en el largo plazo. La Cámara ha nacido para impulsar este alto propósito.

Palabras clave : México-China-2010-relación-equilibrada-próspera

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