Por FRANCISCO COBO*
*Vpte. Integración y Financiamiento de Infraestructura (Cámara de Comercio y Tecnología México-China), y director de Asesoría Financiera -Deloitte
Conforme al Plan Nacional de Desarrollo 2007 – 2012 (PND), México requiere de una importante inversión en infraestructura en los próximos cinco años. Hasta 2007, México venía invirtiendo en este sector alrededor del 2% de su Producto Interno Bruto, comparado con el 4% en Chile o el 9% en China. Esta situación no ha permitido satisfacer la ampliación de infraestructura que el país requiere, lo que también significa para el inversionista la oportunidad de situarse en un mercado con espacio para crecimiento futuro.
En la actualidad México cuenta con más de 370.000 kilómetros de carreteras, el 13% de los cuales pertenece a la red nacional de carreteras bajo la responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. A diferencia de China, donde el sistema ferroviario juega un papel primordial para el traslado de bienes y personas, en México el 53% del movimiento de mercancías y el 98% de pasajeros usa la red de carreteras.
En este contexto, el PND incluye como una de sus más altas prioridades una agresiva estrategia para impulsar proyectos de infraestructura como plataforma de competitividad de México. En este sentido, el Gobierno mexicano tiene contemplado satisfacer las necesidades de infraestructura principalmente a través del modelo de asociaciones público-privadas (APP). Las APP se crean mediante la celebración de un contrato de servicios entre un organismo gubernamental y una entidad privada para el desarrollo de proyectos de nueva infraestructura o de mejora de la ya existente.
Los sectores en los que se puede participar son: infraestructura de carreteras, de agua potable y saneamiento, educativa, hospitalaria, de energía, etc., tanto a nivel federal como estatal e incluso privado.
A diferencia de los modelos tradicionales, el sector privado asume un papel más activo en la planificación, financiación, diseño, construcción y mantenimiento de las instalaciones públicas. El riesgo se transfiere a la parte con mayor posibilidad de mitigarlo.
Considerando la complejidad de cada proyecto y la necesidad de coordinar a las distintas partes involucradas, se debe llevar a cabo un proceso ordenado de la siguiente forma:
· Diagnóstico: realizar un análisis de los requerimientos en infraestructura, inversión, interpretación del marco legal, etc.
· Planificación: elaborar un plan de trabajo integral, en la que la pericia técnica va de la mano con el aspecto financiero y legal.
· Análisis: desarrollar un modelo financiero anticipando los diferentes escenarios de capital y retorno de la inversión, apoyado en aspectos legales y técnicos.
· Estructuración: elaborar el plan de negocio considerando la mejor forma para la distribución y control de los riesgos; esquema legal y fiscal de la asociación, identificación de socios potenciales, así como el levantamiento de capital.
· Oferta: integrar la propuesta es un proceso que requiere consistencia y conocimiento profundo del proyecto en todos los aspectos.
· Contratos: firmas con experiencia en el mercado, con la finalidad de reflejar contractualmente la oferta.
· Administración de contratos: el cumplimiento del retorno de la inversión requiere un estricto seguimiento de lo plasmado en el plan de negocio y de lo formalizado en el contrato.
Conclusiones
Para que las empresas chinas concurran con mayores probabilidades de éxito al mercado de infraestructura en México, es imprescindible que su participación se lleve a cabo considerando la identificación adecuada de socios locales (cada proyecto es diferente y requiere socios a la medida del proyecto); a diferencia de otros mercados internacionales en los que ya participan, el modelo de negocio en México requiere de un claro entendimiento de las reglas de juego. Otros competidores internacionales cuentan con representación local, por lo que, como actores nuevos en México, requerirán de un rápido aprendizaje de la cultura de negocios mexicana y de la importancia de adoptar en su estrategia la moraleja del proverbio Rù xiāng suísú (入乡随俗) – Cuando estés en Roma, haz como los romanos.