spanish.china.org.cn | 26. 10. 2022 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
EE.UU. debería recibir señales precisas y completas del XX Congreso Nacional del PCCh
Tras el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), el mundo quedó preocupado por la dirección de las relaciones entre China y Estados Unidos. La Casa Blanca y el departamento de Estado dijeron que continuarán con un "manejo responsable de la competencia con China", buscarán la cooperación en áreas donde los intereses convergen y mantendrán abiertas las líneas de comunicación. Si estos son los "mensajes oficiales" de Washington, entonces algunas élites políticas y la opinión pública revelan una mentalidad más realista. Claman la necesidad de prepararse frente a una "China lista para el conflicto”, aumentando así la tensión, pero esto refleja influir en este último a "prepararse para enfrentar a China".
Esas voces describen la postura china hacia otros países como "agresiva" y presentan con descaro a Beijing como un provocador. Basta decir que estas miradas tergiversan a China y es imposible anticipar un enfoque claro de cómo son las cosas en realidad. Las relaciones bilaterales ciertamente han caído en estos años en una "espiral de hostilidad sin fin a la vista". Sin embargo, su fuente proviene de Estados Unidos y la respuesta y contramedidas de China son, por naturaleza, defensa legítima. Las diversas acciones de Washington contra Beijing son como meter el automóvil por delante de otro en la carretera. De haber rasguño o accidente grave, el primero debe asumir la responsabilidad.
Ya sea antes o después del congreso partidario, la política exterior china siempre ha mostrado continuidad y estabilidad, y su propósito de abogar por la paz mundial y promover el desarrollo común no ha cambiado un ápice. Mientras insiste en privilegiar el avance nacional como centro de la fortaleza china, el informe al XX Congreso Nacional del PCCh también revela una clara actitud de adhesión a una política de apertura al mundo exterior, de una estrategia de muto beneficio y esfuerzo por crear nuevas oportunidades para el mundo con el desarrollo chino. Al mismo tiempo, enfatiza su rechazo inquebrantable al "hegemonismo y la política de poder en todas sus formas", así como al "unilateralismo, el proteccionismo y la intimidación de cualquier tipo", a "la mentalidad de la Guerra Fría, la injerencia en los asuntos internos de otros países y el doble rasero". Cabe destacar que ningún país, ni siquiera Estados Unidos, fue nombrado en estas declaraciones.
Obviamente, trata problemas y no indica a ninguna persona o país específico. China se opone a lo que la mayoría de la comunidad internacional también rechaza de plano, pero curiosamente algunas personas en Estados Unidos piensan que apunta a Washington. Esto devela que en su subconsciente, ideas como hegemonismo, política de poder y unilateralismo son sinónimos del país norteamericano. Por supuesto, esto va de la mano con la impresión general de la comunidad internacional. Los estadounidenses asumen que se trata de su país lo que equivale a la expresión “el pez por la boca muere”.
El informe entregado al congreso partidario reiteró que China sigue fielmente Cinco Principios de Coexistencia Pacífica en la búsqueda de amistad y cooperación con otros países. Está comprometida con el fomento de un nuevo tipo de relaciones internacionales, profundizando y ampliando las asociaciones globales a partir de la igualdad, la apertura y la cooperación, y extendiendo la unión de intereses con otros países. La palabra "países" aquí incluye naturalmente a Estados Unidos. El reporte destaca que China ha seguido la diplomacia con características chinas en todos los frentes; ha incentivado el desarrollo de una comunidad humana con un futuro compartido y es firme en la protección de la equidad y la justicia internacional, además ha defendido y practicado un verdadero multilateralismo. Todas estas son señales positivas de paz, cooperación y desarrollo enviadas al mundo. Se espera que la parte estadounidense las reciba de manera completa y precisa.
China está embarcada en un nuevo camino hacia la modernización diferente al de Occidente y este quedará reflejado en su interacción con el resto del mundo. Como se señala en el informe, la modernización nacional es "la modernización del desarrollo pacífico". No creemos que "un país fuerte busque inevitablemente la hegemonía". No hay un gen en la sangre del pueblo chino que la ambicione o al militarismo. La modernización china no se logra saqueando con guerras y transfiriendo la contaminación a otros. La última Estrategia de Seguridad Nacional publicada recientemente por la Casa Blanca señaló que China es el único competidor de Washington con la intención de remodelar el orden internacional con un creciente poder económico, diplomático, militar y tecnológico para tal fin. Este es un ejemplo típico de proyección de lo que Estados Unidos hace en China. Solo aquellos que están acostumbrados a amenazar a los demás, ven la amenaza por todas partes.
El vínculo entre China y Estados Unidos tiene una influencia global y estratégica. La parte china propone que el mismo asuma la dirección correcta de "tres principios”: respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo. China siempre ha llevado las relaciones bilaterales de acuerdo con los mismos, pero ante la imprudente represión y el acoso estadounidense, el pueblo chino no puede tragarse insultos ni humillación. Estados Unidos debe recibir de manera completa y precisa las señales que ha enviado el XX Congreso Nacional del PCCh, corregir su percepción estratégica de China, encontrarla a mitad del camino y hacer que sus lazos vuelvan a la senda del desarrollo saludable y estable. Esto beneficia a ambos y también es la expectativa de la comunidad internacional.