spanish.china.org.cn | 20. 10. 2022 | Editor:Elena Yang [A A A]

Embajador de Cuba: “El XX Congreso Nacional del PCCh es un hecho histórico y trascendental”

Palabras clave: China, Cuba, XX Congreso Nacional de PCCh


No cabe dudas de que la celebración del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) constituye un hecho histórico y trascendental. Cada cónclave siempre se convierte en ocasión propicia para repasar lo hecho y proyectar el futuro. Sin embargo, como ha señalado el secretario general Xi Jinping, en esta ocasión, los cinco años transcurridos han sido trascendentales y memorables, en los que China alcanzó resultados extraordinarios gracias a la persistencia en su estrategia de revitalización nacional, en medio de grandes y profundos desafíos.

Abarcador y detallado

El informe presentado por el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, Xi Jinping, es abarcador y detallado. No deja fuera ningún tema relevante. Además de repasar los principales logros y resultados del último lustro, entre los que sin dudas están la celebración del centenario del PCCh y la aprobación y puesta en marcha del XIV Plan Quinquenal, pasa revista a las principales prioridades del PCCh hacia la materialización de su segundo objetivo centenario.

Resalta que el común denominador de lo logrado en esta última década ha sido el liderazgo asertivo y eficaz del Partido y de su vanguardia encabezada por el secretario general Xi Jinping para trazar políticas transversales e integrales que han permitido alcanzar resultados tangibles, siempre en beneficio del pueblo, que es uno de los propósitos fundacionales de una sociedad socialista. Ha sido admirable la vocación del PCCh de analizar de manera acuciosa y pragmática los momentos de mayor incertidumbre y convertir grandes desafíos en oportunidades.

En este sentido, el informe refleja oportunamente victorias épicas como la construcción de la sociedad modestamente acomodada y la erradicación de la pobreza extrema, la aplicación de una nueva filosofía del desarrollo de alta calidad en todos los frentes, dirigida a crear un nuevo patrón de desarrollo, la continuidad de la reforma a un ritmo rápido y constante, con progresos sólidos en el desarrollo de la democracia popular y la gobernanza basada en la ley, el desarrollo activo de una cultura socialista avanzada, la seguridad y el mejoramiento del bienestar público como cuestión prioritaria.

La relevancia de este Congreso radica en que constituye una oportunidad para revalidar la filosofía del gobierno centrado en el pueblo y la firme adhesión al socialismo con peculiaridades chinas, consolidando a su vez las bases teóricas e ideológicas del Partido, revitalizar su máxima dirigencia y trazar las principales pautas políticas, económicas y sociales del país para los próximos cinco años y más allá, es decir, un periodo que sin dudas deviene clave para la conversión de China en un país socialista moderno.

Como bien se recoge en el informe, China tiene ante sí grandes oportunidades y tareas estratégicas en su nueva etapa de desarrollo, pero también importantes riesgos, desafíos y problemas aún más complejos y complicados por resolver. Por eso, las discusiones y análisis que se llevan a cabo en el Congreso garantizan esa importante unidad de acción y cohesión en torno al Partido, para dar solución a los desequilibrios del desarrollo y a la búsqueda de la prosperidad común.

Hacia la prosperidad común

De igual forma, en el documento se hace hincapié en la prosperidad común, al referirse al alivio de la pobreza, la reducción de la desigualdad, la prevención de la expansión descontrolada del capital y la garantía de que todos los ciudadanos chinos se beneficien de la creciente fortaleza económica del país.

Resultaron muy importantes los anuncios realizados en el tema de la vivienda, en el que se estrenará un nuevo enfoque, y también el compromiso de seguir mejorando el sistema de salud pública y fortalecerlo aún más para que responda más eficientemente a las epidemias y enfermedades infecciosas, así como a nuevas realidades como el envejecimiento poblacional.

Resultan interesantes también las referencias en el informe a la educación, la tecnología y el talento como base para el desarrollo del país como una nación fuerte y para conseguir la meta de la revitalización del país. La formulación de que “la tecnología es la principal fuerza de producción, el talento es el principal recurso y la innovación es la principal fuerza impulsora” es harto relevante en la propia aspiración de hacer de China un país innovador y autosuficiente en tecnología, especialmente frente a la competencia y las sanciones de Estados Unidos.

Las referencias de Xi sobre la modernización socialista china y sus características únicas también son relevantes, al dejar claro que aun cuando esta contiene elementos comunes a los procesos de modernización de todos los países, se define a sí misma por las características que son exclusivas del contexto chino. Como señala el presidente, se trata de “la modernización de una enorme población, de la prosperidad común para todos, del avance ético, material y cultural, de la armonía entre la humanidad y la naturaleza y del desarrollo pacífico”.

De igual forma, en el texto se reitera el compromiso de China con el clima y la biodiversidad, en este caso con las emisiones máximas de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060.

En cuanto a la proyección exterior, la celebración de este Congreso constituye igualmente una excelente oportunidad para fortalecer la capacidad de liderazgo internacional de China y ampliar su visión de un nuevo orden mundial más justo y equitativo, en aras de construir esa anhelada comunidad de futuro compartido y de relaciones de beneficio mutuo.

Al mismo tiempo, el informe ratifica que China no solo seguirá aplicando una política exterior basada en la paz, el desarrollo y la cooperación de beneficio mutuo, sino también que seguirá oponiéndose resueltamente a todas las formas de hegemonismo, políticas de fuerza y mentalidad de guerra fría. Deja claro que China no cederá a pesar de su creciente tensión con Occidente.

Por otra parte, se recuerda que China no se involucrará en ningún tipo de “expansionismo” y que seguirá comprometida con su política estatal básica de globalización económica y fomentando conjuntamente un nuevo impulso para el desarrollo global.

Asimismo, se señala que China ha asumido el legado histórico de seguir trabajando por la preservación de la paz mundial y de ayudar a los países en desarrollo para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Son enormes los aportes realizados a la reforma y construcción del sistema de gobernanza global y, sobre todo, a la preservación del derecho internacional y de la Carta de la ONU como núcleos del actual sistema internacional.

Por estas razones, es irrefutable la influencia del PCCh y de su XX Congreso Nacional en el crecimiento de China como potencia emergente a nivel internacional, que hoy constituye un referente entre los países en desarrollo, para los movimientos de izquierda y progresistas por promover la consecución de un nuevo orden mundial más democrático y justo, el fortalecimiento de la cooperación de beneficio mutuo, y el logro del desarrollo y bienestar social del pueblo.

Como país socialista, Cuba atribuye gran importancia y sigue con especial atención cada evento de esta cita partidista, que también tiene la mirada y el foco de la comunidad internacional. El informe central del compañero Xi Jinping es un documento referencial que escuchamos con especial detenimiento y volveremos a él muchas veces, porque contiene experiencias muy valiosas en la construcción socialista.

Cuba y China continuarán siendo buenos amigos, camaradas y hermanos. En ese sentido, la celebración del XX Congreso Nacional del PCCh ha sido acogido con gran satisfacción por el pueblo cubano. Las relaciones interpartidistas entre Cuba y China se encuentran en un excelente momento y se espera que, tras finalizar el XX Congreso Nacional, continuarán fortaleciendo el diálogo político y la comunicación estratégica al más alto nivel, lo cual podría impulsar las relaciones bilaterales, alcanzar nuevos consensos y estrechar los lazos de amistad entre los dos pueblos.

 

*Carlos Miguel Pereira es embajador de la República de Cuba en China.



Fuente: China Hoy