spanish.china.org.cn | 08. 03. 2024 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
La diplomacia china de gran país en su camino por la paz, la cooperación y el desarrollo
Por Jorge Fernández
Wang Yi reitera el compromiso de China por la paz y la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, en una reunión celebrada con la prensa nacional y extranjera el 7 de marzo en Beijing.
La política exterior de China ha fortalecido sus bases, al tiempo que da continuidad a principios inamovibles, entre los que se destaca la búsqueda de la paz en un mundo de turbulencias y cambios inesperados. El pasado 7 de marzo, Wang Yi, canciller de China, respondió a preguntas de la prensa, al margen de la celebración de las Dos Sesiones políticas, que ahora se celebran en Beijing. El diplomático reiteró el compromiso de China por la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, de la mano de una política diplomática con características chinas, que hace énfasis en la revitalización del Sur Global.
A través de casos concretos, en los que la diplomacia china de gran país ha dejado su impronta, Wang Yi, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, presentó el cometido que China tiene con su gente y el mundo, y destacó la búsqueda de una política exterior independiente, comprometida con la paz y dispuesta a defender la soberanía y la dignidad nacionales. Sobre esta base, China impulsa un nuevo paradigma en donde el fin es el trabajo conjunto en aras del desarrollo colectivo, el multilateralismo y la promoción de la democracia en las relaciones internacionales.
La historia se constituye como una importante lección, de la cual se desprenden nuevos enfoques que buscan evitar la formación de ambientes tensos y complejos. El nuevo paradigma de China, que rompe y se aleja de enfoques similares a los de la Guerra Fría, apunta a la construcción de relaciones de buena vecindad, de amistad y de cooperación con aquellos con los que comparte una frontera. La amistad y la cooperación se erigen, se amplían y se fortalecen sobre una base de respeto en donde la construcción de la confianza apunta a sentar las bases para un futuro mejor para todos. Es por ello que China, consciente de la fragilidad de las relaciones internacionales cuando no hay confianza ni entendimiento, despliega sus trabajos diplomáticos sin buscar alianzas, confrontaciones o en contra de terceros países.
Los principios diplomáticos son de amplio espectro y no se limitan a los países vecinos. Tanto con aquellos con los que comparte frontera como con aquellos separados por mares y montañas, las relaciones de China descansan en intercambios marcados por la honestidad, la racionalidad, las acciones proactivas y el pragmatismo, de los cuales surgen compromisos por los cuales las partes deben trabajar para cumplirlos y respetarlos. El canciller chino reiteró la oposición de China a la visión egoísta que mantienen algunos, que busca suprimir o colocar obstáculos al desarrollo y modernización legítimas de los países. China trabaja de la mano con el concierto de naciones a fin de materializar tanto el beneficio propio como el colectivo. Por ello, el llamamiento de Wang Yi, de trabajar por construir la confianza y corregir percepciones erróneas, es parte de una política de gran país, de la cual el presidente Xi Jinping es artífice e impulsor.
La rueda de prensa celebrada por Wang Yi es una referencia fiel a los principios sobre los cuales China se ampara para manejar sus relaciones internacionales. Uno de los trabajos prioritarios en la agenda internacional es la urgente necesidad de perfeccionar la gobernanza global. Desde la Segunda Guerra Mundial, las instituciones internacionales han fracasado en hacer del mundo un lugar justo y equitativo. Por el contrario, la arquitectura internacional, marcada por periodos como el de la Guerra Fría, defendió los intereses de unos pocos, concretamente los de los poderosos, y sometió a los países del Sur a una etapa de oscuridad, guerra y pobreza. En oposición a sistemas internacionales antidemocráticos, injustos y egoístas, China orienta su agenda internacional a la construcción de un mundo multipolar en donde la globalización económica arroje beneficios para todos.
La diplomacia china ha madurado a lo largo de más de siete décadas y cuenta con las bases, las experiencias y la calidad moral para generar entornos favorables para la paz. China no ha dejado de exhortar a la comunidad internacional a trabajar conjuntamente por el mantenimiento de la paz en el mundo. El conflicto palestino-israelí ha traído consigo miseria, desolación y muerte a civiles inocentes, y de cara a esta tragedia, China no mantiene una postura indiferente. Wang Yi difundió el mensaje de 1. 400 millones de chinos, que condena toda acción que daña, hiere y mata a civiles inocentes. China apoya la plena implementación de “la solución de dos Estados” y comparte el anhelo del pueblo palestino para la construcción de un Estado independiente.
Con apego a sus principios pacifistas, China aboga, sin importar cuál sea la región en conflicto, la celebración de conversaciones de paz, en donde el foro esté abierta a todas las partes y en donde la agenda apunte a la ejecución de planes para que la paz prevalezca y se prorrogue. China se erige como un promotor de la paz mundial y como un conductor de la negociación y la deliberación, puesto que la experiencia que ha acumulado desde su fundación dicta que, mientras más se prorrogan la conversación para la concertación de paz, mayor es el deterioro que se causa entre las partes y mayor es el trabajo que debe emprenderse para sanar los daños materiales y espirituales generados entre las partes involucradas.
Con las respuestas extendidas a la prensa, Wang Yi presentó con fidelidad el compromiso diplomático de China, orientado a la prolongación de entornos de paz. Para ello, China da continuidad a la cooperación y a la construcción de un entorno internacional basado en la equidad y el respeto entre las partes. Estas son las condiciones para mantener a raya las variables que contravienen los entornos pacíficos en las relaciones internacionales. El mundo está marcado por situaciones complejas, por turbulencia y cambios inesperados, y de cara a esta situación, China se presenta ante la comunidad internacional, ante el Sur Global y ante los grandes potencias, como un país grande, responsable y consciente de que todos deben trabajar conjuntamente para superar los desafíos y construir una comunidad global en la que las naciones, sin dejar a nadie atrás, disfruten de los beneficios de la armonía y la colaboración.