spanish.china.org.cn | 10. 03. 2023 | Editor:Filo Fu [A A A]

China: No depender demasiado de la inversión

Palabras clave: China, Informe sobre la labor del Gobierno

Ricardo Mosquera M., el profesor investigador y rector de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). 


En el informe sobre la labor del Gobierno presentado por el primer ministro chino Li Keqiang, ante la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional el 5 de marzo, se ha enfatizado que China impulsará innovación del macrocontrol y mantenimiento del funcionamiento de la economía dentro de unos límites razonables, no dependiendo demasiado de la inversión, así mismo desarrollará el sector agrícola y rural que integre las zonas urbanas y rurales que vigoricen las cadenas de valor e incremente la productividad de los factores para tener un país muy fuerte en agricultura.

Siempre he dicho que hay dos áreas críticas para China: una es salvaguardar el cuenco de arroz y la otra es construir un sector manufacturero fuerte. En diez años, la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha sido aceptada por gran parte de la comunidad internacional y ha tenido resultados concretos en términos de proyectos que se han materializado en varias partes del mundo. Según el Banco Mundial, China creció un 3 % en su PIB en 2022 y espera crecer un 5 % en 2023, en los dos casos por encima del promedio mundial, lo cual evidencia el hecho de que es una economía muy resistente a la crisis del sistema internacional, fruto de una planificación económica acertada que le permite funcionar como motor de la economía global en tiempos de recesión, alta inflación y desempleo.

A su vez, en el gigante asiático se busca impulsar la economía con alta productividad y calidad que siente las bases para la construcción de un país socialista moderno, que permita desarrollar un modelo social con capacidad de compra controlando la inflación y buscando fortalecer las capas medias una vez erradicada la pobreza en las capas pobres de la población y superado el analfabetismo. 

El informe rendido por el primer ministro Li Keqiang se apoya en la ventaja de las fortalezas del mercado interior, dada el extraordinario potencial que tiene el mercado chino, que garantiza la llamada circulación nacional complementando el apoyo que brindan sus importaciones optimizando y actualizando el comercio de bienes y servicios, así como el gran impulso a las tecnologías de punta, en especial la inteligencia artificial y las tecnologías 5G, en aras de construir un país comercialmente fuerte que cree las bases para consolidar la auténtica democracia política.

“La clave de la democracia en un país es si el pueblo es realmente el dueño del país”. Esto fue ratificado en una reciente conferencia del Partido Comunista de China (PCCh) para el trabajo de la Asamblea Popular, donde el presidente Xi Jinping explicó a profundidad cómo se construye el socialismo con peculiaridades chinas: una auténtica democracia que no es solo representativa, sino una en la que el pueblo se siente artífice de su destino, lo cual también ha sido denominada democracia al estilo chino. Es decir, conjugar la democracia como proceso, la democracia como resultado, como procedimiento y, en síntesis, la democracia directa e indirecta que consulta la voluntad popular. En los tiempos que siguen, el gigante asiático profundizará este camino materializando el anhelo de las masas hacia una vida mejor, con conocimiento y sabiduría contribuyendo al progreso del país y a la cultura política global. 

La búsqueda permanente de la modernización socialista tiene elementos comunes a la de diversos países, pero sin ignorar las peculiaridades de las condiciones nacionales de China, dada la magnitud poblacional que implica multiplicar los esfuerzos para satisfacer a esta gran nación dentro del principio de la prosperidad común y de un destino compartido para coordinar la civilización en lo material y en lo espiritual, la coexistencia armónica del ser humano y la naturaleza que respete la determinación de los demás países y continúe el camino del desarrollo pacífico.

Es mejor invertir en la defensa y promoción de la equidad y de la justicia social, evitando decididamente la polarización, pues “China no sigue la vieja vía de modernización de algunos países que recurren a formas de guerra, colonización, saqueo y demás, vía de un autobeneficio a expensas del otro, y llena de sangre y crimen que ha traído profundas penalidades al pueblo”.

El principio reiterado por el presidente Xi Jinping de constituir una comunidad de destino de la humanidad privilegia la diplomacia para resolver los conflictos entre naciones, la práctica del multilateralismo genuino que derrote toda manifestación de hegemonismo y de imponerse no por la fuerza de las armas sino por la fuerza de la razón y el consenso, privilegiando la equidad y la justicia internacional. El siglo XXI deberá dejar atrás todo principio colonialista e imperialista, impulsando un nuevo tipo de relaciones internacionales vertebrando un sistema de gobernanza global y de cooperación, como lo demostró en la lucha contra el COVID-19, que mereció reconocimientos y elogios internacionales, mientras las grandes multinacionales farmacéuticas de los países ricos buscaron hacer el gran negocio con las vacunas que producían y monopolizaban sus centros de investigación. Se ha defendido que la ciencia no tiene fronteras y las vacunas que previenen las pandemias deben ser bienes públicos y constituir un gran fondo de todas las naciones en defensa de sus pueblos.

Un asunto primordial en esta gran Asamblea Popular Nacional, que ratifica el liderazgo del presidente de la nación, Xi Jinping, es el de construir una civilización ecológica donde coexistan en armonía el ser humano y la naturaleza dentro de un modelo socioeconómico sostenible, priorizando el ahorro y la protección de la vida humana en sana convivencia con la naturaleza; es decir, esto es seguir con firmeza inalterable un desarrollo moderno y civilizado que conduzca a “una producción desarrollada, una vida holgada y unas buenas condiciones ecológicas, todo a fin de lograr un perenne desenvolvimiento de la nación china”.


*Ricardo Mosquera M. es profesor investigador y fue rector de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).



Fuente: CHINA HOY