spanish.china.org.cn | 09. 03. 2023 | Editor:Filo Fu [A A A]

Xulio Ríos: “La economía china ha mostrado una alta capacidad de resiliencia”

Palabras clave: China, Economía

Xulio Ríos, asesor emérito del Observatorio de la Política China y autor más de una docena de libros sobre China. Foto cortesía del entrevistado

La mañana del 5 de marzo, durante la inauguración de la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional, el primer ministro Li Keqiang presentó el informe sobre la labor del Gobierno, en el que anunció que China se trazaba la meta de aumentar el PIB en alrededor de un 5 % para este año, un porcentaje que coincide con la proyección hecha también por el Fondo Monetario Internacional. En diálogo con China Hoy, Xulio Ríos, asesor emérito del Observatorio de la Política China y autor más de una docena de libros sobre China, nos explica el peso y las implicancias que las metas establecidas por el país tienen para el mundo.

China Hoy (CH): ¿Cómo observa usted la meta trazada por China de alcanzar un 5 % en su crecimiento económico para 2023?

Xulio Ríos (XR): Todo indica que se trata de un objetivo realista aunque no fácil de lograr, habida cuenta que China aún debe lidiar con una coyuntura internacional especialmente adversa, los efectos de la pandemia a nivel interno y la gestión simultánea de múltiples retos estructurales relacionados con la transición hacia el nuevo modelo de desarrollo. De entrada, pese a lo frágil e incierto del momento, la economía china ha mostrado una alta capacidad de resiliencia. Cabe esperar que ahora, aplicando un mayor énfasis en los vectores de transformación de índole interna, China pueda lograr remontar y recuperar la senda de un crecimiento más impetuoso, que realmente el país necesita para seguir aspirando a cumplir los principales objetivos del actual plan quinquenal. El informe sobre la labor del Gobierno nos revela la existencia de un diagnóstico claro sobre las dificultades asociadas a este proceso y también efectúa un ejercicio de realismo importante, pues su consecución va a exigir una gobernanza mejorada. Por tanto, este año y los siguientes de este lustro son decisivos para centrar la gestión en los asuntos económicos y sociales, con la pandemia ya en vías de superación. Y para el mundo, que China crezca a buen ritmo es una importante garantía de vuelta progresiva a la normalidad tras haber superado la pandemia. Si la economía china va bien, a la economía mundial también le irá bien. Se necesita complementar esa expectativa con buenas vibraciones y energía positiva que alejen del horizonte los llamamientos al desacoplamiento y las estrategias que supeditan los intereses geopolíticos al ansia de la recuperación económica global.

CH: El informe sobre la labor del Gobierno reafirma también la voluntad de China de continuar un desarrollo pacífico y de defender el orden internacional, para lo cual –se recuerda en el informe– se han presentado propuestas como la Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa para la Seguridad Global. En un mundo actual lleno de grandes desafíos, ¿cómo valora este llamado de China a buscar un desarrollo de paz y con respeto al orden internacional?

XR: Hay una clara apuesta de China por la estabilización de las relaciones internacionales. Cuando se asevera que a China, por ejemplo, le conviene que el conflicto en Ucrania se eternice porque supuestamente puede sacar ventaja de este, pasa por alto que, a diferencia de algún otro país, la diplomacia económica sigue siendo el corazón de su política exterior y que precisa de estabilidad regional y global para que pueda implementarse adecuadamente. China necesita paz y sosiego para culminar según lo marcado el objetivo de la modernización, es decir, la revitalización del país. A su vez, la premisa de la paz es el desarrollo, cuya carencia es fuente de inestabilidad y conflictos.

Las iniciativas planteadas por China en el orden de la seguridad y del desarrollo materializan ese enfoque, señalando ambos elementos como premisas asociadas a una modernización que puede ofrecer más oportunidades al mundo. Por otra parte, el énfasis en la posición central de las Naciones Unidas y el respeto al derecho internacional suponen una importante garantía para que la transición que actualmente vive la sociedad internacional producto de los grandes cambios experimentados en los últimos lustros no desemboque en crisis irresolubles y pueda poner fin al periodo posterior a la Guerra Fría, dando paso a un orden multipolar. En ese marco, es fundamental que los diferentes gobiernos desoigan los llamamientos a la reiteración de escenarios de confrontación a modo de dilemas cruciales, cuya única finalidad real responde al deseo de preservar alguna hegemonía unilateral. Lo cierto es que esa dinámica no se corresponde en absoluto ni con la propia realidad económica mundial, a cada paso más diversificada y plural como ejemplifica el G20, ni con los intereses efectivos de la comunidad mundial. Que China formule estas propuestas evidencia que hay alternativas en positivo. Si se abren camino en esta década, su impacto será duradero en todo el siglo XXI.

CH: En el informe sobre la labor del Gobierno también se hace mención al objetivo del país de incrementar su demanda interna. ¿Qué oportunidades cree usted que se abren para su país, España, ante este nuevo escenario económico en China?

XR: España y China celebran este año el 50.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. Es un momento importante por cuanto tiene de encrucijada en un contexto en el que en Europa y otros entornos aumentan las presiones para “elegir bando”. Con el tiempo, China se ha convertido en un socio económico importante para España. China es un proveedor de referencia, el principal origen de las importaciones españolas tras superar a Alemania.

China y España firmaron en 2005 una asociación estratégica integral que reflejaba precisamente esa condición de Madrid como socio privilegiado en Europa. Esto significa que ambas partes suscribían una voluntad común de progresar en el diálogo político y en el desarrollo de las relaciones a todos los niveles compartiendo un idéntico pragmatismo. Durante los duros años de la crisis económica y financiera, China estuvo ahí prestando una importante ayuda, apostando e invirtiendo –por cierto, sin exigir privatizaciones ni recortes en sanidad ni educación, ni tampoco cambios constitucionales exprés–. Esta circunstancia podría haber servido para consolidar las buenas relaciones bilaterales y alentar un salto cualitativo. En buena medida, reflejó ya los temores que amenazaban el horizonte tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La cuestión central que va a influir sobremanera en el futuro de las relaciones hispano-chinas es el cambio estratégico que se gesta tras ese giro estadounidense en la política hacia China y que amenaza con arrastrar cada día más a los países europeos. España no es inmune a todo ello y, consiguientemente, la forma en que Madrid se relaciona con Beijing adquiere una mayor complejidad y sutilezas que afectarán irremediablemente a los diversos componentes sectoriales, ya nos refiramos a los intercambios comerciales, culturales o, sobre todo, políticos. En ese contexto, el aumento de la demanda interna asociada a la recuperación económica en China, señalada también como prioridad por el Gobierno, constituye una ventana de oportunidad que debe ser aprovechada. Con el conflicto en Ucrania afectando de ello a la economía europea, la estabilidad que ofrece China junto a la idoneidad de sus políticas puede plasmar una alternativa que evite una espiral de efectos negativos. Para ello, es esencial trazar una hoja de ruta con acciones concretas de interés bilateral.

CH: ¿Qué otros aspectos le han llamado la atención o considera importantes de recalcar del informe sobre la labor del Gobierno?

XR: El informe abunda en altas dosis de realismo, significando los logros pero también advirtiendo de las dificultades del momento presente. Lo conseguido en los últimos años en un contexto tan adverso debe ser apreciado en su justa medida. La idea general que subyace al informe es la estabilización de la situación como garantía de superación de los retos que aún persisten. El entorno es complejo y los factores externos pueden complicarse significativamente en los próximos años si Estados Unidos persiste en su estrategia de contención, que es lo más probable.

Que tras el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China se reiteren ahora los vectores principales de la gestión que deben preocupar a las autoridades a todos los niveles, constituye una garantía mayor. Además, como se transmite en el informe, los factores sociales relacionados con la calidad de vida y el bienestar de la población adquieren más relevancia en una coyuntura en la que la presión a la baja del crecimiento debe complementarse con un escudo social de creciente envergadura. La socialización del bienestar exige un cuadro macroeconómico solvente, persistiendo en la idea de situar a las personas en el centro de las preocupaciones del crecimiento de la economía. En ese proceso, la apuesta por elevar la calidad del desarrollo, la transformación del tejido industrial, el radical impulso tecnológico (semiconductores y otras tecnologías relevantes), la clave ecológica en las diversas facetas del desarrollo, la mejora de las infraestructuras, de la gobernanza económica y sociopolítica, la coordinación del desarrollo de las diversas regiones reduciendo los desequilibrios territoriales, la captación de inversiones extranjeras, etc., aspectos todos ellos aludidos en el informe, pueden aportar mayor vigor a la economía china. A mayores, el sentido de comunidad de su sociedad y la convicción de hallarse inmersa en un periodo crucial de la reforma suponen un plus de confianza que no pasa desapercibida allende sus fronteras.

Por último, cabría destacar la persistencia en la optimización del gasto en defensa, resultado de la importancia atribuida a la seguridad cuando los intentos externos de reprimir y contener a China van en aumento; como también del gasto en diplomacia, que debe contribuir a la mejor difusión de las propuestas de China en todo el mundo; o igualmente, el énfasis en la culminación de la reunificación pacífica del país.



Fuente: CHINA HOY