spanish.china.org.cn | 06. 03. 2023 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
Un objetivo de crecimiento del 5%, pragmático y de alta calidad
El primer ministro chino, Li Keqiang, presenta el Informe sobre la Labor del Gobierno en la sesión inaugural de la I Sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional (APN) en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, capital de China, el 5 de marzo de 2023.
“China ha fijado su objetivo de crecimiento del PIB para el 2023 en torno al 5 %. Se debe aumentar la intensidad y la eficacia de la política fiscal proactiva. Redoblar esfuerzos para seguir por una senda monetaria prudente de forma selectiva. Las medidas sociales deben satisfacer las necesidades vitales básicas...” En el Informe sobre la Labor del Gobierno presentado por el primer ministro Li Keqiang el 5 de marzo, una serie de objetivos clave y guías han proporcionado una importante vitrina para observar el futuro desarrollo del país. En particular, la meta de crecimiento económico del 5 % ha suscitado acalorados debates en el país y en el extranjero.
La comunidad internacional considera en general que este es "moderado", "leve" y "prudente". Es decir, es inferior al estimado desde el exterior. Organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la comunidad económica del país esperaban una tasa del 5 % a más. Esto demuestra en cierta medida que tanto en como fuera de China, existe optimismo sobre la tendencia económica en 2023, lo cual es algo bueno.
De hecho, el 5 % no es bajo. El PIB chino en 2022 alcanzó un máximo de 121 billones de yuanes y el 5 % equivale a 6 billones de yuanes, lo que supone un aumento superior al PIB de la mayoría de los países del mundo. Si nos fijamos en las expectativas de las instituciones internacionales para el crecimiento económico mundial este año, este se sitúa entre el 2,7 y 2,9 %. Es visible que la situación general no es buena. El avance económico de Estados Unidos podría ser de sólo el 0,5 %, el de Alemania del 0,2 % y del Reino Unido un 0,6 %. El avance chino del 5 % sigue siendo el mayor propulsor.
El informe resumió además lo hecho el año pasado y en el último lustro. El crecimiento del PIB en 2022 fue del 3 % y el anual en los últimos 5 años fue del 5,2 %. El PIB chino ha sumado 121 billones de yuanes. Al informar sobre esto, los medios casi siempre utilizan términos como "extremadamente inusual" y "extraordinario". China ha encarado varios retos que han superado las expectativas. Bajo el firme liderazgo del Comité Central del Partido con el camarada Xi Jinping en su núcleo, se ha logrado la unión, la superación de dificultades y cosas que no se obtienen fácilmente lo que demuestra la resiliencia de la economía china.
Al entrar en 2023, esta resistencia y vitalidad son aún mayores. El saludable repunte de la economía ha aumentado significativamente la confianza del mundo y sus expectativas. Los datos publicados el 1 de marzo revelaron que el Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero ascendió en febrero a su nivel más alto en 11 años y que las actividades económicas suben rápidamente. Para un país tan grande como China, mantener un desarrollo constante durante tantos años supone la prueba más crítica a la capacidad del Gobierno. Es menester anotar que el liderazgo de quienes dirigen el país es la respuesta a su desarrollo económico estable y a largo plazo. El objetivo del 5 % es práctico y deja margen para "diversos riesgos e incertidumbres a los que puede enfrentarse el futuro avance económico".
El reporte ha develado otras metas para este año como la creación de unos 12 millones de nuevos empleos urbanos, el mantenimiento de la tasa de desempleo urbana encuestada en torno al 5,5 % y un aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) de alrededor del 3 %. Junto con la meta de crecimiento del 5 %, el conjunto constituye la esencia del desarrollo de alta calidad de China centrado en el pueblo. Merece la pena subrayar que estos objetivos son alcanzables y reflejan la actitud de desarrollo racional y pragmático del país. Al mismo tiempo, de no haber esfuerzo en su consecución, no habrá frutos. Estas tareas no son fáciles y toda la sociedad china debe trabajar y avanzar con paso firme.
Cada año trae consigo su propio cúmulo de complejidades, pero este no puede crear grandes olas en la senda de China. Muchos riesgos y desafíos han devenido avances concretos en la reforma china. La evolución de los temas candentes durante las dos sesiones anuales lo refleja claramente. Por ejemplo, la preocupación por la contaminación ambiental causó en su momento una ansiedad generalizada por el modelo de desarrollo anterior de China, pero ha servido como fuerza motriz para la histórica transición hacia nuevos motores de crecimiento. El rápido desarrollo del rubro de nuevas energías, así como el incremento en el número de días de cielo azul son los nuevos puntos destacados de la transformación económica nacional. La ventaja institucional de China a la hora de concentrar esfuerzos para enormes tareas, la nutrida experiencia del Gobierno y su capacidad para utilizar diferentes herramientas políticas para el control macro, etc., se han puesto a prueba, consolidado y fortalecido durante el progreso de China y siguen ejerciendo un impacto profundo y duradero.
Entre las principales economías del mundo, resalta especialmente la certidumbre de China que se está convirtiendo en un motor clave de la recuperación económica mundial. A pesar de las muchas trabas y retos por delante, la mentalidad de la sociedad china es resuelta y segura de sí misma en el camino a seguir. El Partido Comunista de China ha liderado y unido al pueblo para luchar sin descanso por una vida mejor lo que constituye la fuerza motriz profundamente arraigada y la fuente de confianza que subyace a la estabilidad y el progreso de China. En las dos sesiones de este año habrá un cambio en la dirección del Gobierno. A diferencia de los países occidentales, esto no significa un "giro de 180 grados" en la política. Por el contrario, abre un nuevo capítulo en una gran carrera de relevos en la que la siguiente etapa del viaje seguirá con el mismo empuje.