spanish.china.org.cn | 08. 02. 2023 | Editor:Filo Fu | Texto |
China inicia su modernización en el Año del Conejo
Por José Ignacio Martínez Cortés
Hoy, el legado que impulsó el Partido Comunista de China (PCCh) en la aldea de Xiaogang, “la primera aldea reformada”, es realidad en toda la población y en todo el territorio de China a través de la erradicación de la pobreza y de la construcción de una sociedad armoniosa.
La nueva etapa de desarrollo de China hacia 2050 es en torno a:
1. La nueva concepción del desarrollo, por lo que es necesario estructurar la nueva configuración de este y promover un desarrollo de alta calidad.
2. Profundizar de modo integral la reforma y la apertura, impulsar la prosperidad común y la independencia y autosuperación en las ciencias y tecnologías.
3. Desarrollar la democracia popular en todo el proceso y garantizar al pueblo su condición de dueño del país.
4. Persistir en la gobernación de este según la ley, en el sistema de los valores socialistas esenciales, garantizar el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo concomitantemente con el desarrollo y en la coexistencia armoniosa entre el ser humano y la naturaleza.
5. Considerar con una visión de conjunto el desarrollo y la seguridad, y de acelerar la modernización de la defensa nacional y del Ejército, con miras a impulsar sinérgicamente una vida holgada para el pueblo, la prosperidad y el fortalecimiento del país, y la construcción de una China bella y armoniosa.
Para la construcción integral de China en un gran país socialista moderno, el PCCh ha adoptado una disposición estratégica general de dos fases:
I. De 2020 a 2035, cumplimiento básico de la modernización socialista.
II. Desde 2035 hasta mediados de siglo, la transformación de China en un poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello.
En China surge la nueva filosofía de desarrollo en todos los frentes:
1. Las reformas para desarrollar la economía de mercado socialista.
2. Promover una apertura de alto nivel.
3. Acelerar los esfuerzos para fomentar un nuevo patrón de desarrollo.
4. Impulsar la economía nacional que se caracterice por una interacción positiva entre los flujos económicos nacionales e internacionales.
China se ha convertido en un importante constructor de la paz mundial, en el mayor contribuyente al desarrollo global y en un firme defensor del orden internacional. Por ello incentiva un nuevo modelo de desarrollo estratégico que tiene como objetivo establecer un nuevo sistema de economía abierta de alto nivel en los próximos cinco años para el desarrollo económico y social nacional y los objetivos a largo plazo para 2035.
En este sentido, cobra vital importancia el papel activo que China juega en la reforma y el desarrollo del sistema de gobernanza mundial, el respaldo al verdadero multilateralismo, la promoción de una mayor democracia y la férrea defensa de los derechos humanos en torno a una sociedad más justa y equitativa. Por ello, son de gran envergadura tanto la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG) como la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) propuestas por China, basadas en el respeto mutuo y la cooperación de beneficio recíproco que son la alternativa, principalmente para los países en desarrollo, contra la hegemonía, el unilateralismo, la exclusión y la mentalidad de guerra fría.
El presidente Xi hace énfasis en el concepto de la comunidad de destino de la humanidad para fortalecer el multilateralismo y la cooperación internacional a través de acciones incluyentes, desechando prejuicios ideológicos y restaurando la coexistencia pacífica, el beneficio mutuo y la ganancia compartida.
Hoy, China impulsa una diplomacia digital para apoyar la cooperación sanitaria, en infraestructura, telecomunicaciones, financiera y tecnológica. Pero también pone énfasis en que se debe reducir la brecha de la desigualdad y lograr un desarrollo sostenible, y así dejar atrás la pandemia y encaminarse a una recuperación económica.
La postura multilateral de China gira en torno a un futuro compartido para enfrentar conjuntamente los desafíos globales, prevaleciendo el respeto a los pueblos, la no intervención y resolver las discrepancias mediante consultas y diálogos, con miras a garantizar el derecho al desarrollo en pie de igualdad de todos los países y promover el desarrollo y la prosperidad compartida. Por ello, China precisa respetar el derecho internacional público y fortalecer el sistema multilateral de comercio, no aplicar estándares, reglas y sistemas discriminatorios y exclusivos, ni levantar muros y barreras en detrimento del comercio, las inversiones y las tecnologías.
Es necesario destacar que China impulsa un nuevo proceso de gobernanza de la biodiversidad global que sea más justo y razonable. Al respecto, en la presidencia de la COP15, China ha planteado la conclusión del Marco Mundial de la Biodiversidad Post-2020, el cual es relevante para la protección de los espacios ecológicos naturales, la mejora de la calidad de los ecosistemas, así como para fortalecer la prevención y el control de la contaminación.
En la Cumbre de Kunming, China tomó la iniciativa en la financiación del establecimiento del Fondo de Biodiversidad de Kunming y estableció formalmente una serie de medidas pragmáticas y poderosas, como el primer lote de parques nacionales.
En los últimos 10 años, China ha fortalecido continuamente la construcción de leyes y reglamentos para la protección de la biodiversidad. Promulgó y revisó más de 20 leyes y reglamentos relacionados con la biodiversidad, incluida la Ley Forestal, la Ley de Pastizales, la Ley de Protección de la Vida Silvestre, la Ley de Protección Ambiental, la Ley de Protección del Río Yangtsé, la Ley de Bioseguridad y la Ley de Protección de Humedales, que abarcan la protección de animales y plantas silvestres.
China subraya la necesidad de fortalecer activamente la cooperación y promover el desarrollo global común en torno a la infraestructura y la proveeduría. Hoy la diplomacia de China busca la equidad, la apertura y la cooperación, que son la base para construir una comunidad de destino de la humanidad. Sin duda, la visión de un futuro compartido refleja, en gran medida, los valores fundamentales de la cultura tradicional de China, como la armonía y la igualdad.
Por ello, en el Año del Conejo, con cautela, libre de restricciones, diplomacia, paz, seguridad y prosperidad, China inicia un nuevo estadio hacia 2049, para que, con la revitalización de la nación, en 2050 se convierta en un país socialista moderno poderoso situado a la cabeza en fortaleza nacional integral e influencia internacional.
*José Ignacio Martínez Cortés es coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios, y profesor del Centro de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuente: CHINA HOY