spanish.china.org.cn | 08. 02. 2023 | Editor:Eva Yu Texto

Estabilidad económica y mejora de la calidad de vida, metas de China para 2023

Palabras clave: estabilidad económica, China, 2023



Jorge Fernández


Las experiencias recopiladas durante los últimos años constituirán valiosas guías para superar problemas inesperados en situaciones de crisis o incertidumbre.


El 16 de diciembre pasado finalizó uno de los eventos claves para mantener en 2023 el correcto funcionamiento de la economía de China: la Conferencia Central de Trabajo Económico. En ella se discutieron los retos a los que se enfrentó el país en 2022 y la agenda, prioridades y mapas de ruta en el siguiente calendario. La incertidumbre de una situación internacional compleja generó un entorno de altibajos en el país, el cual, a su vez, obligó a la ejecución de medidas para mantener el empleo, el precio de bienes e insumos y el crecimiento en general en niveles óptimos. Pese a las crudezas de las perturbaciones, la tasa de crecimiento se mantuvo en un 3 por ciento en los tres primeros trimestres del año.

Las autoridades enfrentaron con éxito entornos adversos gracias a la coordinación de un desarrollo económico y un enfoque de protección y control contra la pandemia, los cuales a la postre evidenciaron eficacia y gran dinamismo. El entorno positivo permitió que la aplicación de políticas para estabilizar el crecimiento económico arrojaran resultados positivos en la vida de las personas. No es fortuito que el país haya celebrado con éxito grandes eventos nacionales e internacionales en un ambiente de paz y estabilidad. El XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos o grandes proezas en los campos científicos y tecnológicos no se habrían podido realizar sin el ambiente y las bases que resultaron del despliegue de medidas oportunas y precisas para mantener a flote a la economía nacional.

Es de hacerse notar que las medidas resultaron adecuadas para mantener el funcionamiento en niveles aceptables. No obstante, la recuperación económica aún está en marcha y lejos de un entorno estable y seguro a mediano plazo. El país padece el embate de contracciones de la demanda, de una gran volatilidad y perturbaciones de la oferta y —como si tratase de un ataque por triplicado—, de una notable debilidad de las expectativas para el crecimiento, las cuales hasta ahora no han dejado de aquejarlo. Es en un ambiente de este naturaleza que el presidente de China, Xi Jinping, ha pedido confianza en una economía que en los últimos años ha constatado una “gran capacidad de recuperación, un gran potencial y una robusta vitalidad”.

La Conferencia Central de Trabajo Económico en consecuencia ha definido políticas en áreas claves para garantizar la estabilidad económica en el año que está por comenzar. El crecimiento fiscal, el empleo, el apoyo a la natalidad y el impulso del consumo interno son terrenos sobre los cuales se hará un énfasis mayor, a fin de mantener la estabilidad y hacer frente de manera eficiente a riesgos y desafíos. Todo esto deberá hacerse sin descuidar la correcta coordinación entre estabilidad económica y medidas de prevención y control contra pandemias. Las experiencias recopiladas durante los últimos años constituirán valiosas guías para superar problemas inesperados en situaciones de crisis o incertidumbre.

China comenzará 2023 dando prioridad a sanar y estimular el consumo, con miras a recuperar los niveles anteriores a la pandemia y expandirlos de forma exponencial. Para ello, como es natural, deberá aumentar el ingreso popular, tanto el urbano como el rural, con el apoyo del capital privado y con la ampliación y construcción de proyectos de gran envergadura a nivel nacional. El mercado interno con todo el potencial que él encierra puede desempeñar en la fórmula del crecimiento económico un papel de gran importancia y vitalidad, puesto que amalgama necesidades internas de carácter orgánico, necesidades materiales de la población y funciones inherentes de plataformas económicas del sector privado.

El país está enfrentando la propagación de la COVID-19 en el país a través de un enfoque científico y racional. La apertura sistemática del país desempeñará un papel crucial en el fomento del comercio e intercambio económicos, en el fortalecimiento de la cooperación con otros países y en el mantenimiento de las cadenas de suministro. Estas medidas apuntan a salvar el mayor número de vidas, al tiempo que se promueve el desarrollo económico con socios del extranjero. La apertura que China impulsa en estos momentos permite a todas las partes fortalecer los lazos económicos y comerciales, al tiempo que afina estrategias mancomunadas para mantener la seguridad económica, el equilibrio de los intercambios y la estabilidad en las cadenas de suministro entre China y el resto del mundo.

China ha vivido uno de los momentos más agresivos de los últimos años. La pandemia de COVID-19,combinada con un entorno internacional adverso, ha planteado retos a los que la economía nacional nunca se había enfrentado. China está adoptando para este 2023 un enfoque que al tiempo que acoraza el funcionamiento económico de variables inesperadas, busca mantener la estabilidad y el crecimiento. La estabilidad, la expansión de la demanda nacional, un desarrollo de alta calidad y la apertura al exterior serán temas sobre los que girará la agenda económica este 2023.


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